Buscan valiosos “tesoros” en tierras mendocinas

Se denominan detectoristas y utilizan aparatos que se activan cuando reconocen metal. Han llegado a encontrar objetos de la época colonial.

Buscan valiosos “tesoros” en tierras mendocinas
Buscan valiosos “tesoros” en tierras mendocinas

"Hay que ser cuidadoso y no cavar muy fuerte, porque podés llegar a romper algo", dice Rodrigo Vom Rottenn (32) que despliega sobre la mesa botellas, monedas, macucas, botones, balas y un centenar de objetos que rescató de las entrañas del suelo mendocino.

Rodrigo trabaja durante el día en una empresa de bordados pero el fin de semana dedica al menos 8 horas a "detectar", es decir, a encontrar "tesoros" que la tierra y el tiempo sepultaron en el olvido. Esta tarea es llevada adelante por otros cinco buscadores "fijos" y otros que alternan sus apariciones. Habitualmente, Rodrigo es acompañado por Carolina Laurens, su pareja. 

Uno de sus hallazgos más importantes son las denominadas macucas - especies de monedas- que se utilizaron en 1760 en la época de la colonia y que son de plata. "Son piezas acuñadas a mano, me dijeron los especialistas que su origen sería en La Rioja", explica el detectorista y añade que las sometió a la prueba del ácido para determinar si realmente se trataba de este metal, que además es considerado muy valioso por los buscadores.

Las macucas, según explica, son monedas que se usaban para pagarle a los soldados del ejército y se hacían una por una, lo que ayuda a determinar si efectivamente son reales. "Si encontrás dos iguales, ya te da la pauta de que una al menos es falsa. Las hacían a martillazos y las entregaban en el momento", detalla.

En cuanto a los botones, Rodrigo encontró varios, al menos una decena, que serán donados al Plumerillo (Las Heras) ya que pertenecieron a los soldados que estuvieron allí apostados entre los años 1850 a 1870.

Más tesoros

La lista de objetos valiosos es amplia. Aparecen monedas, una de 1850: "Esa la encontré en un lugar donde dejaban los animales que eran transportados de Mendoza a Santiago", asegura; piedras de obsidiana labrada que fueron usadas como puntas de flecha, precintos del correo, fichas de empresas petroleras que usaban cruces esvásticas antes de la guerra y de bodegas. 

Para las excursiones el grupo que integra, denominado Detectoristas de Metales Mendoza, utiliza aparatos (sí, como esos que se ven en las películas) que tienen un valor que va de los 9 mil a 50 mil pesos y provienen de Estados Unidos, Europa o China. 


    Marcelo Rolland / Los Andes
Marcelo Rolland / Los Andes

"Cuando encontramos algo y si es muy delicado, lo tratamos con aceite de oliva, lo dejamos una semana y así vas limpiando la suciedad que se desprende. Si son objetos de bronce, les echamos solución fundente o le hacemos electrólisis", explica Rodrigo.

Según el especialista las fichas de cosecha son buscadas y también, claro, todo lo relacionado con joyería, como plata, oro y alianzas. De todas formas admite que en una búsqueda, 80% de lo que aparece es basura (latas, papeles de cigarrillo, tapas de botellas), 16% son monedas y solo un pequeño resto son alhajas. 

"Es un hobby difícil. Mucha de la gente que se compra un detector al mes ya no lo usa más, porque tenés que ir buscando entre la basura. No es para cualquiera", advierte Rodrigo, que remueve objetos de una estantería a su espalda para buscar más hallazgos inesperados.

¿Dónde buscar?  

El detectorista, también identificado como prospector, asegura que los mejores lugares para buscar están en el área de El Carrizal, Lavalle, Fray Luis Beltrán, Rodeo del Medio y todos aquellos lugares a donde los convocan con un objetivo específico. También asegura que googlemaps es una ayuda importante.


    Marcelo Rolland / Los Andes
Marcelo Rolland / Los Andes

Para saber dónde cavar, Rodrigo dice que se apoya en libros de historia mendocina. También dice que es común que vaya a campos de cosecha porque allí es habitual encontrar fichas o anillos que se desprenden por el trabajo manual. 

"En parques y reservas no podés ni pisar porque te llevan preso. Pero en lugares protegidos o privados, a veces solo basta con pedir permiso y que vean lo que estamos haciendo. Allí, en caso de encontrar algo, 80% de la ganancia va para el dueño y 20% para nosotros. Pero si nos han contratado para buscar algo específico, un anillo por ejemplo, el arreglo es de 90 a 10", confirma Vom Rottenn.

Verdadero  o Falso

Según explicaron los especialistas, para determinar si lo encontrado es real, en el caso de las monedas, lo ideal es ver el dibujo de la misma, el peso, el canto y la densidad de la plata. También es determinante el lugar y la forma del dibujo. "Es difícil encontrar objetos falsificados, sobre todo macucas, porque en Mendoza no hay mercado", explicó Vom Rottenn.  Por otra parte agregó que el valor del hallazgo puede ser más histórico que monetario. "Todo lo que sea posterior al 1800 no tiene demasiado valor. Lo más interesante, como es obvio, son las monedas de oro y plata, aunque también hay muchos coleccionistas".

Más buscadores

David Oróstica (41) contó que desde chico siempre soñó con encontrar un tesoro y que cuando tuvo la oportunidad de comprar el equipo adecuado no lo dudó. "Cuando me fui haciendo grande siempre me quedó esa idea de buscar, de encontrar algo escondido", aseguró.


    Marcelo Rolland / Los Andes
Marcelo Rolland / Los Andes

Para David, un día de búsqueda es una forma de olvidarse de todo lo demás. "A veces cuando busco no me doy cuenta del paso del tiempo. Caminás un montón y pensás todo el tiempo qué va a aparecer una moneda", detalló.

David dijo que su hallazgo más antiguo es una moneda, aunque él pensaba que era una medalla, de 1854. "En un lado de la moneda, que yo no había visto, se leía la palabra real. Investigando resultó ser medio real de plata de 1854", dijo.

Adrián Castro (40) dijo: "Para mí, encontrar algo es hermoso. No importa que no sea de valor. Porque por ahí estás 2 o 3 horas sacando monedas de 10 centavos y de repente encontrás un anillo. Aunque sea de lata, es muy lindo", destacó.  Por otra parte, dijo que ha aprendido mucho viendo a otros colegas en lo que refiere a la limpieza del material que encuentra. "Muchos se vuelven coleccionistas, yo solo guardo todo lo que encuentro".  

Por último, Fabián (46) contó que la actividad le permite distenderse y que él se dedica a buscar oro desde muy chico, pero que desde hace un año - cuando se compró el aparato- realiza búsquedas de objetos. "Es una herramienta para buscar en la ciudad. Después de un 21 de septiembre en el parque encontrás de todo".

Sepa Más

El equipo indispensable

- Detector de metales

- Pin Pointer (detector pequeño, como el de los aeropuertos).

- Pala para cemento (lugares agrestes)

- Pala “vizcachera” (pequeños espacios).

- Pala de mano o jardinera (menor impacto)

- Atomizador

- Cepillo de dientes

- Bolso para basura

- Bolso para objetos valiosos

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