Los servicios de socorro intentaban encontrar ayer a sobrevivientes del nuevo terremoto en Nepal, mientras sigue la búsqueda de un helicóptero militar estadounidense que desapareció cuando llevaba ayuda.
Miles de sobrevivientes traumatizados pasaron la noche a la intemperie por miedo a volver a sus casas tras el el terremoto de magnitud 7,3 que mató a 76 personas en el país, menos de tres semanas después de otro sismo que mató a más de 8.200 personas.
El nuevo temblor complica más el trabajo de los socorristas, que intentan llevar agua y comida a los pueblos más afectados por el terremoto de difícil acceso.
El ejército nepalí seguía buscando este miércoles un helicóptero militar de Estados Unidos que participaba en las operaciones humanitarias y desapareció cerca de Charikot, en el este del país, con seis marines y dos militares nepalíes a bordo.
Según el Pentágono, varios helicópteros en vuelo en ese momento captaron conversaciones por radio en las que se hablaba de un problema con el carburante.
“Se nos informó de la desaparición de un helicóptero estadounidense; ya empezaron las operaciones de búsqueda”, dijo Laxmi Prasad Dhakal, portavoz del ministerio de Interior nepalí.
Dhakal indicó que la cifra de muertos ya se elevó a 76 personas y más de 2.000 resultaron heridas el martes a causa del sismo, cuyo epicentro se situó a 75 kilómetros al este de Katmandú. En India murieron 17 personas.