Puente del Inca forma parte de una de las postales más emblemáticas de Alta Montaña y uno de los símbolos turísticos de Mendoza. Cada temporada, miles de visitantes se detienen -aunque sea por unos minutos- a contemplarlo y, por qué no, a llevarse alguna de las artesanías y recuerdos que los comerciantes ofrecen en los puestos ubicados entre el corredor internacional y el monumento en sí (que da nombre a la localidad).
Se trata de quioscos levantados "a pulmón" por los propios comerciantes -quienes además viven en la zona-, y que llevan más de 30 años apostados en el lugar. Y que desde hace tiempo ya están preocupados frente a las constantes advertencias de las distintas gestiones municipales que han llegado a amenazarlos con "pasarles con una topadora" y levantar los stands.
"Estamos dispuestos a mejorar las instalaciones, porque sería mejor no sólo para los visitantes, sino incluso también para nosotros mismos. Pero cada vez que queríamos ponernos firmes y encarar cualquier arreglo, en la gestión anterior la misma Municipalidad nos frenaba todo y amenazaba.
Nosotros queremos trabajar, y queremos trabajar en conjunto con la comuna", destacó Rolando Hernández, uno de los comerciantes del lugar.
Aprovechando el cambio de gestión y de color político en la Municipalidad de Las Heras, los comerciantes se reunieron durante la tarde de ayer con funcionarios de la comuna norteña, para manifestarles sus necesidades y preocupaciones.
"Hay una realidad y es que, así como están, los puestos no pueden seguir. Hay que cuidar el impacto visual. Pero esto no significa que vayamos a venir mañana con una topadora a sacar todo. Por eso hemos venido hasta acá, para acordar entre todos cómo hacer el reordenamiento de Puente del Inca. De hecho, si luego de todo un análisis se determina que los puestos sigan estando donde están ahora, así será. Y se buscará la mejor manera para que se vean prolijos y ordenados", destacó el director de Turismo de Las Heras, Guillermo Barletta, llevando tranquilidad a los vecinos, que habían convocado a la reunión.
Reclamos
La problemática de los comerciantes de Puente del Inca -que, además son pobladores del distrito- viene de larga data. De hecho, y pese a que casi la totalidad de los quioscos están declarados e inscriptos como monotributistas, desde que empezó a crecer el movimiento comercial en el lugar nunca se acompañó con un plan de ordenamiento.
"No hay luminarias en el lugar, falta estructura para armar los negocios. Y en la gestión anterior, cuando íbamos a pedir por ello empezaban a trabajar en un proyecto que terminaba estancándose. Y cuando volvíamos a pedir, nos salían con que querían corrernos porque tapamos la visión del puente", contó Santiago Fernández, quien vive en el lugar y trabaja en uno de los puestos.
"No creemos que vaya a ser tan fácil corrernos. Pero yo hace 15 años que estoy acá, y la realidad es que nuestra voluntad ha sido siempre la de querer colaborar, y ser nosotros mismos los que reconstruyamos los puestos", acotó Rolando, quien definió la zona como "tierra de nadie".
La de ayer no fue una tarde más para los vecinos. O al menos, eso es lo que esperan: que no quede todo en una batería de promesas que queden incumplidas. Por un lado, por la reunión con los funcionarios municipales. Pero también porque, pasadas las 16:30 cayó la primera precipitación de aguanieve. Ellos saben que es la antesala para las primeras nevadas fuertes ("aunque todavía falta", aclararon).
"Una de las ideas que surgieron durante los últimos años es que los puestos se muden unos metros más atrás y hacia el costado. Pero eso en julio sería imposible, ya que hay 2 metros de nieve acumulada y nadie podría pasar", explicaron los comerciantes del lugar.
En total son más de 20 familias las que viven y trabajan en Puente del Inca, y -al no tener luminarias-, su jornada laboral depende de la luz del sol. Son esas más de 100 personas las que esperan que de una vez por todas tengan una solución definitiva para sus quioscos ("y que no vengan todos los años o cada cambio de gestión a amenazarnos con sacarnos una vez más", agregaron).
"Ni siquiera hay una pasarela para que pueda transitar la gente con alguna discapacidad motriz, y viene gente durante todo el día y de todo el mundo. El año pasado le pedimos al municipio ripio y nos ofrecimos a hacer nosotros la pasarela, pero ni eso nos dieron", siguió Santiago.
"Somos conscientes de que, así como está, esto es una chatarra. Pero también somos los primeros que queremos mejorarlo, y no nos escuchan", continuó Hernández.
Expectativas
En total fueron más de 40 los vecinos que participaron de la reunión con Barletta en la hostería municipal Puente del Inca. De hecho, entre tantos reclamos y temas abordados durante la tarde, ese establecimiento fue uno de los más importantes.
Es que se encuentra cerrado al público y su habilitación requiere una importante inversión -especialmente en calderas e instalaciones, pero también le daría un valor agregado al sitio.
Los vecinos también reclamaron por la terminación del centro de interpretación Puente del Inca, al tiempo que reclamaron presencia de un especialista todos los días en el stand de información. "La gente viene y nosotros mismos, con lo que sabemos, tenemos que contarles sobre el puente", manifestaron.
Por su parte, Barletta compartió información importante sobre los avances de algunos proyectos que involucran al distrito, como por ejemplo que ya se hizo la licitación para la colocación de 120 luminarias en Alta Montaña.
"El objetivo es poner en valor a Puente del Inca y queremos conformar un consejo asesor con cámaras, asociaciones y referentes. Y que estas no sean reuniones aisladas, sino venir más seguido con otros directores también. Pero que no sean sólo mesas de catarsis, sino que salgan cosas concretas", se explayó el funcionario lasherino.
Otro de los objetivos en los que acordaron trabajar es en que Puente del Inca deje de ser un lugar de paso, en el que los turistas se bajan 20 minutos a ver el paisaje, sacan una foto y siguen viaje (algo muy común desde que se prohibió cruzar por la pasarela que había sido habilitada para tal motivo).
"Con el otro gobierno no nos escuchaban, quedaba en la amenaza de corrernos y nada más. Acá por lo menos se ha dicho que van a analizar la situación, y que -incluso- está la posibilidad de que no nos corran aunque sea fundamental mejorar el impacto visual. Habrá que ver qué pasa", sintetizaron los vecinos que estuvieron en la reunión.