Por Carlos Sacchetto - csacchetto@losandes.com.ar - Corresponsalía Buenos Aires
Voceros de Massa no admiten la más mínima posibilidad de que pueda haber un acuerdo entre ambos, porque eso significa que su jefe debería bajarse de la candidatura presidencial. Pero cuando se los lleva a un terreno de simple imaginación, reconocen que Massa, con votos propios y también del macrismo, podría ganar con cierta comodidad la gobernación de la provincia de Buenos Aires.
Operadores del jefe del Pro sostienen que ese esquema de Macri presidente y Massa gobernador bonaerense, potenciándose por la misma vía bajo la consigna de "continuidad o cambio", resultaría casi invencible para el oficialismo. "Hay que esperar, todo puede ser", reflexionan mirando el calendario que fija el 10 de junio como el último día para inscribir alianzas para las PASO presidenciales y también para las de provincia de Buenos Aires.
¿Es o no?
La cautela del macrismo apunta a no frustrar las conversaciones que viene sosteniendo con dirigentes de alto nivel que responden al ex intendente de Tigre, pero lo cierto es que esos encuentros han comenzado a ser cada vez más frecuentes. Aunque no ha trascendido ningún plenario, se sabe que el intendente de Vicente López, Jorge Macri, y el ministro de Gobierno porteño y armador político del macrismo, Emilio Monzó, tienen llegada directa al líder del Frente Renovador y a otros dos jefes comunales a quienes Massa escucha con atención: Joaquín de la Torre, de San Miguel, y Mario Meoni, de Junín.
Todos ellos dicen ser amigos de hace muchos años o que comparten pasiones deportivas, pero ninguno se atreve a confirmar que tanto de una fuerza como de la otra están interesados en avanzar hacia algo más concreto. Saben que la construcción política que hizo Massa para ganarle al kirchnerismo las legislativas de 2013 en el distrito bonaerense ya no es la misma. Los desprendimientos sufridos, el último de los cuales fue Darío Giustozzi, con muchos votos en Almirante Brown, sumado a que el oficialismo no decae en las encuestas, dejan al Frente Renovador casi sin posibilidades de integrar un escenario de tres tercios.
Hoy esos sondeos lo ubican a Massa a más de 10 puntos de Macri, que a la vez está 4 puntos por debajo de Scioli. No es descabellado entonces que al hacer ingeniería electoral se piense en los beneficios que le otorgaría a la oposición semejante entendimiento. Pero los macristas más escépticos se siguen preguntando si Massa es realmente oposición al kirchnerismo.
La desconfianza es otro factor negativo que juega en contra de un acuerdo, que por ahora tampoco sería tolerado por Elisa Carrió y muchos radicales, aliados de Macri.
Frente a todas esas adversidades y a la ilusión de Massa que sueña hasta despierto con la presidencia, están los números y la inevitable obviedad de que los votos se cuentan de a uno.
De compras
De avanzar las conversaciones, los protagonistas de ese eventual acuerdo estirarían la definición hasta último momento, aunque las sorpresas en política son cada vez menos. En el oficialismo aseguran que hace rato que evalúan esa posibilidad y es por eso que han salido a minarle el territorio a Massa con ofertas económicas y políticas que muchos dirigentes que estaban en el Frente Renovador se ven tentados a aceptar. Todo tiene su precio, sostienen como explicación.
Lo que parece que el kirchnerismo no podrá doblegar con esas herramientas es la voluntad de los jueces de la Corte Suprema, y de Carlos Fayt en particular, de mantenerse firmes frente a los impúdicos embates oficiales de los últimos tiempos. Además, así como miden todas las semanas la popularidad de la Presidenta y las chances electorales, en la Casa de Gobierno se leyeron encuestas que revelan que los ataques contra el añoso juez Fayt no favorecen al oficialismo.
Hay funcionarios que plantean desactivar esa ofensiva, pero al parecer a Cristina no le importa el costo que tenga que pagar para conseguir otra vacante en la Corte. Total, las encuestas también dicen que Amado Boudou es una carga pesada para ella, y el procesado vicepresidente sigue allí con su sonrisa.