Cámaras de Mendoza, San Juan y Salta acudirán a la Justicia Federal con el objetivo de frenar la importación ya que aducen que la práctica va en contra de la legislación argentina.
Cabe indicar que durante todo 2016 y 2017 la importación de vinos ha generado voces a favor y en contra. Por un lado, algunos consideran que frente a las últimas dos de las peores cosechas de los últimos 50 años -2016 y 2017- muchas bodegas no encontraron otra salida (ante la escasez de producción) que traer vino chileno. Mientras, otros consideraron que cruzar la cordillera en busca de caldos era una maniobra especulativa para bajar precios.
Frente a esta desconfianza y voces en contra es que desde el INV extremaron medidas regulando el ingreso. Para ello el Instituto emitió una normativa que reglamentaba que los productos vitivinícolas extranjeros deben certificar variedades de uva utilizadas y añada.
Mientras, desde el lado del Poder Ejecutivo provincial decidieron aumentar la alícuota del 4% al 6% del impuesto a los Ingresos Brutos para los bodegueros que fraccionen vino importado y para los que comercialicen vino extranjero dentro de Mendoza.
A pesar de todo esto, el vino siguió entrando al país y, según los últimos datos del INV, en junio ingresaron en total 30 mil hectolitros al país, mayormente a granel y desde Chile. Mientras, en el primer semestre de 2017 las compras en el exterior totalizan 559.169 hectolitros.
No obstante, según empresarios locales, de a poco el ingreso irá bajando, dado por la recesión de mercado, tipo de cambio que no favorece comprar vino afuera, y por la disponibilidad que hay hoy en el mercado local.
Buscarán frenar vino importado
Cámaras vitivinícolas de Argentina presentarán una acción de amparo ante la Justicia Federal para prohibir el vino a granel.
El presidente de la Federación de Viñateros, Eduardo Garcés, mencionó que está dado principalmente por el hecho de que "esto no ha sido más que una maniobra especulativa y el vino que está ingresando va en contra de la propia legislación argentina".
Según explica, uno de los motivos es que, según dicta la reglamentación, las bodegas no podrían fraccionar con el mismo envase un producto con vino argentino y uno con vino chileno. Sin embargo, "hoy lo están haciendo y sólo colocan en la etiqueta "procedencia Chile"".
Por otro lado, "otra gran diferencia es el hecho de que en Chile permiten cortar el vino con 7% de agua. En Argentina esto es inadmisible y está prohibido", explicó Garcés.
De hecho, Gabriela Lizana, de Aproem, en concordancia con su colega, dijo que están analizando y estudiando. "Hemos pedido tanto al INV como al Ministerio de Agroindustria de la Nación que se nos brinde información sobre el tipo de vino y controles del vino importado y no hemos tenido las respuestas técnicas necesarias". Es por ello "que ante nuestras conjeturas y estudios que hemos hecho, consideramos que más de una empresa está incumpliendo la normativa nacional y atentan contra la competencia leal y fraude a los consumidores".
Carlos Iannizzotto, de Fecovita y presidente de Coninagro, mencionó: "Ésta es una alternativa viable que puede hacer cualquier persona, empresa, federación. Pero considero que primero hay otros caminos intermedios y que responden a un estudio más de fondo de la situación".
"Desde Fecovita hemos importado en regla y de acuerdo a las verificaciones del INV", especificó.
Pero además de ello, Iannizzotto, al igual que un colega que prefirió no salir, dijo que hoy las bodegas no importarán vino por dos factores: caída de las exportaciones y consumo interno, así como también por precios.
"El dólar y la realidad del mercado recesivo no dan margen para importar. Con la producción que hay en el país hoy alcanza. La importación se dio sólo en meses puntuales y de coyuntura por falta de uva. No creo que sea un problema hoy en día", puntualizó el presidente de Coninagro.
Frente a las acusaciones, desde el INV emitieron un comunicado y salió a defender la calidad de los vinos importados en virtud de trascendidos mediáticos vinculados con supuestas faltas de control. De este modo, mencionan que la entidad "exige para la circulación de vinos importados en territorio Nacional, el estricto cumplimiento de lo establecido por el art. 22 de la Ley N° 14.878, esto es, la presentación de certificado de genuinidad y aptitud para el consumo expedido por las oficinas autorizadas del país de origen, sin que estos productos puedan ser mezclados con otros productos importados y/o con vinos nacionales".
"Tanto en la provincia de Mendoza como en San Juan todas las partidas ingresadas fueron muestreadas y controladas en un 100%", remarca el comunicado.
Que se vea en la etiqueta
La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que dispone que todos los establecimientos que comercialicen vinos en Mendoza tendrán la obligación de consignar claramente el origen o procedencia del contenido de dichos productos, en caso de que éste sea importado.
Además, determina que la información deberá constar en el mismo soporte en el que se exhibe el precio del producto.
Esta iniciativa señala entre sus objetivos la de "proteger a los productores locales del perjuicio que generan las importaciones, las que afectan de manera directa en el precio de los productos regionales" y "la protección de los consumidores, ya que también resulta perjudicial el hecho de que la procedencia de los productos NO se encuentra debidamente informada, consignándose de manera confusa e incluso engañosa, lo que impide a los interesados elegir a conciencia si prefieren consumir un producto nacional o uno importado", indicó en el proyecto el diputado Ricardo Manzur (UCR).
