Rescatistas buscaban ayer entre montones de tierra y nieve en una popular ruta de senderismo en Nepal tras un deslave provocado por el terremoto de magnitud 7,8 que golpeó la región hace 10 días y que arrasó todo un pueblo en la zona, causando al menos 60 muertes.
Nueve de las víctimas recuperadas de entre el barro en el valle de Langtang desde el temblor del 25 de abril son excursionistas extranjeros, dijo Gautam Rimal, el máximo responsable gubernamental en el distrito de Rasuwa. Hasta 200 personas podrían haber quedado enterradas por el deslizamiento de tierras tras el sismo, señalaron habitantes de la zona.
El valle se encuentra casi 60 kilómetros al norte de la capital nepalí, Katmandú.