"Pablito salió a hacer sus cositas cinco minutos. Lo fui a buscar y lo encontré muerto en la puerta de la casa. Sentimos un gran dolor porque hace 18 años lo rescatamos de la calle". Se trata de una de las tantas historias de dolor que se repiten entre los vecinos del barrio Supe Sur, donde al menos 20 mascotas aparecieron muertas tras ser envenenados por un sujeto de la zona. Las cámaras de seguridad serán cruciales para identificarlo, además de los análisis toxicológicos para determinar el veneno utilizado.
Con el acompañamiento de la Comisión de Derecho Animal del Colegio de Abogados, Oscar Mellado, apoderado de la Asociacion Civil por el Reencuentro y la Vida Animal (Asevera), se presentó como querellante de la causa que está en manos de la fiscal Andrea Lazo.
"Que quede claro: esto es un biocidio. No hay nada que pueda explicar esta masacre. Hay gente que dice que sucede porque dejan a los animales en la calle, como si se tratara de una justificación válida. Los animales son absolutamente inocentes. Son seres que sienten como nosotros mismos", evaluó, al recordar el caso de la chimpancé Cecilia que, tras un fallo inédito, logró el traslado a un santuario de Brasil al ser considerada por la Justicia como "sujeto de derecho no humano".
El abogado se interiorizó con los vecinos de lo ocurrido el fin de semana, cuando los perros ingirieron un plaguicida que los fulminó en segundos. Según los testimonios, un sujeto de la zona repartía bolsitas con comida mezclada con veneno.
Si bien no está determinada la cifra final, al menos 20 son las muertes. Además de los perros, gatos y aves también fueron víctimas de la intoxicación masiva. De allí el reclamo de Mellado para que la ley se respete con dureza.
"Queremos que se entienda que si son 20 perros muertos, son 20 hechos independientes. Queremos que se califiquen en concurso real y que la condena sea mayor", reclamó. El artículo 1° de la Ley 14.346 -conocida como "Ley Sarmiento"- establece que "será reprimido con prisión de 15 días a 1 año el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales".
Si bien el nombre no trascendió, los vecinos de la zona apuntan contra un hombre del que -aseguran- ya estuvo sospechado de otros ataques y casos de maltrato animal. "No han dado el nombre por miedo a represalias. Se están investigando las cámaras y los exámenes a las vísceras de los perritos para determinar qué veneno es", agregó el letrado.
Por su parte, la Municipalidad de Godoy Cruz también accionó como querellante. Augusto Serafín, jefe del Departamento de Control Animal, precisó que se han sentado las pruebas necesarias para avanzar en la identificación del "psicópata" -como definió al culpable-. Serán fundamentales los registros de las cámaras de seguridad en la plaza Lineal, donde estaba el veneno y los vecinos recolectaron bolsitas con los restos.
El funcionario detalló que los canes fueron ultimados con organofosforados o carbamatos, cuya prohibición de importación y fabricación fue impuesta por el Senasa un año atrás. De ser ingerido, el pesticida mata a cualquier ser vivo en pocos segundos.
Tras la denuncia de la matanza de animales, Serafín contó que el municipio realizó profundas tareas de limpieza en el espacio verde a fin de transmitir seguridad a los residentes de la zona.
Insisten en la esterilización
"La única forma para controlar la sobrepoblación es la esterilización temprana, sistemática y gratuita", reiteró el abogado Mellado, quien destacó la ley provincial 7.603/06, que declaró a Mendoza como provincia no eutanásica, lo que permitió enfatizar la responsabilidad en los controles que se brindan desde el Estado.
En Godoy Cruz, por ejemplo, desde 2007 promueve distintos programas de atención y cuidado de animales. El jefe del Departamento de Control Animal señaló que unos 100 animales son esterilizados por semana en los quirófanos fijo y móvil a cargo del municipio. Se trata de un programa de castraciones gratuitas y vacunación antirrábica que va rotando en los barrios según las necesidades.
“Hay 15 millones de animales abandonados en la Argentina”, estimó Mellado. “Como en la época de las perreras, que el Estado vaya a los barrios pero a atender y cuidar a los animales”, cerró.