En busca de una solución urgente

La alarma suena cada vez más fuerte. Está anunciando que la situación es preocupante por donde se la mire. Basta con ver el número de inscriptos para darse cuenta que el presente deja muchas dudas.

En vez de aumentar el parque automotor, tratándose de una motivación más que importante como el clásico Gran Premio Vendimia en su 63ª edición, la cifra de participantes quedó lejos de aquellas buenas épocas del Zonal Cuyano.

Dejando de lado la Clase 1, que en la fecha de apertura no estuvo presente al -justamente- no reunir el número mínimo de pilotos, hubo muchas ausencias en la segunda fecha del año (50 pilotos dijeron presente en la apertura y ese número sólo se incrementó en 9 para la cita del último domingo).

Tampoco hay que tener en cuenta a aquellos que, tras ser sancionados, se perdieron la tradicional fecha del Automóvil Club Mendoza.

Haciendo una recorrida por los boxes del autódromo de San Martín, algunos atribuyen a la situación económica y la falta de presupuesto para encarar cada fecha entre poner el auto en pista, afrontar las pruebas comunitarias, pagar la inscripción y contar con un juego de neumáticos nuevo.

Otros dicen que el precio que los preparadores cotizan para atender los autos es cada vez más alto. Aunque los cañones también apuntan a los reglamentos -sobre todo el de la Clase 2- y no está aquel que comenta que la pasión y el interés por correr se perdió hace tiempo.

¿Cómo reflotarlo?, se pregunta la mayoría. La Clase 2 ya tuvo una reunión apenas finalizada la jornada sabatina, en la que delegado, pilotos y mecánicos dialogaron largo y tendido para que el agobiante momento cambie de una vez por todas. La charla puede ser un buen comienzo para hallar soluciones.

Se sabe que son muchos los vehículos que están guardados en los talleres. Sería lindo desempolvarlos y acercarlos a la actividad automovilística más importante de la región. Pero para eso, algo debe cambiar. ¿Dónde está el problema?

El Automóvil Club Mendoza tuvo, una vez más, la brillante idea de repartir invitaciones especiales entre medios periodísticos, comercios y pilotos para que la gente se acercara al Jorge Ángel Pena.

Hasta llevó a cabo una conferencia de prensa para dar detalles de la fecha, promocionando una edición que tuvo las siguientes cifras a lo largo de los últimos años: 86 anotados en 2004, 96 en 2005, 108 en 2006, 120 en 2007, 125 en 2008, 122 en 2009, 84 en 2010, 96 en 2011 y 83 en 2012. No hay que olvidarse que la Monomarca Fairlane compitió hasta la temporada 2008 y el TC Junior lo hizo hasta el año pasado.

El público, que acudió en buen número si lo comparamos con el capítulo inicial, se fue conforme a medias porque el espectáculo resultó aceptable pero, otra vez, hubo pocos autos en la cinta asfáltica.

Los comisarios deportivos se inclinaron por el "gancho" y la horquilla previa a la "ese" para que los autos de Clase 2, Turismo Pista 1100 y Clase 1 estuvieran más juntos y la lucha fuera constante, evitando que los motores sufrieran sobre las largas rectas opuestas. Sin embargo, no fue suficiente.

El TC Cuyano fue la única divisional que salvó la ropa en cuanto a cantidad de unidades. Por eso se llevó el premio cerrando el día.

Cuesta creer que los papeles se invirtieron en poco tiempo. Antes, el telón caía con la Clase 2 y en algunas ocasiones con el Turismo Pista 1100, cuando el TC sufría con la ausencia de pilotos. Entonces, ¿hubo retroceso de las restantes categorías o el TC creció de golpe?

"En San Luis, esto cambia", se escuchó por ahí. Pero hay que recordar que lo mismo dijeron tras la primera fecha, tratándose del inicio del torneo que siempre es duro.

Esperemos que el panorama mejore para que nuestro querido Zonal Cuyano, del que tantos pilotos surgieron para después destacarse en el ámbito nacional y del que incontables competencias quedaron guardadas en la memoria de muchos, recupere ese lugar que siempre tuvo desde su nacimiento.

Es el momento justo para dar un golpe de timón. Dirigentes, autoridades de los clubes, pilotos, preparadores, equipos y allegados deben agruparse para encontrar alternativas. No puede haber un "después". Sino, ya será muy tarde.