Comencemos con definiciones: la animación cuadro por cuadro, o la stop motion, es una técnica utilizada en distintos soportes audiovisuales y que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas.
No es para nada algo nuevo. Sus orígenes se confunden con la propia historia de la cinematografía. Pero de un tiempo a esta parte y con el inminente estreno de la última cinta de
Tim Burton
"Frankenweenie" - con fecha para el 1 de noviembre en Argentina - , sigue vigente y escalando interés en la gran pantalla con otros proyectos futuros como "ParaNorman" de los Aardman Animations y el filme "Hell & Back" de Tom Gianas y Ross Shuman (ver "Para los mayores"). El stop motion es un trabajo manual noble y muy artístico, aunque de altos costos de producción, en los que se requieren varios años de elaboración y un gigantesco equipo.
En blanco y negro
El pionero fue un español; Segundo de Chomón (1871-1929), quien en 1906 y 1908 estrenó los cortos " La maison hantée" y "El hotel eléctrico". En simultáneo, en Lituania, surgía un auténtico genio; Ladislaw Starewicz (1882-1965), quien utilizó en sus películas animales e insectos. Su primer corto fue "Lucanus Cervus" de 1910, registrada como la primera película en stop motion con muñecos y argumento en la historia de la animación rusa. A partir de "La venganza del camarógrafo", protagonizada por cucarachas, le siguieron al menos 60 películas, tanto en su país natal como en Francia.
También en paralelo, de allí al estadounidense Willis Harold O'Brien (1886-1962), que con su corto de 5 minutos "The dinosaur and the missing link" de 1915, inició la era de animación cuadro por cuadro en Hollywood. A lo largo de su carrera de 47 años, Willis realizó una treintena de películas y deslumbró con "The lost world" de 1925, "King Kong" de 1933, y "Mighty Joe young" de 1949, cinta con el que en 1950 recibió el Oscar en el rubro "mejores efectos especiales". Su alumno, Ray Harryhausen, continuó la tradición con "Simbad y la princesa" de 1958, "Jasón y los argonautas" de 1963 y "Furia de titanes" de 1981, entre otras.
Stop motion siglo XXI
La técnica nunca desapareció del todo, - desde los Godzillas japoneses hasta los monstruos de "Star Wars"-, y en 1982, Tim Burton quiso homenajear a su admirado Harryhausen en su corto de 6 minutos de 1982 "Vincent". Dos años después filmó, esta vez con actores de carne y hueso, "Frankenweenie", mediometraje de 29 minutos que cuenta la historia de un niño genio que resucita a su amado perro muerto en un accidente automovilístico.
En continuidad, luego, ya en los 90, produjo "El extraño mundo de Jack" de Henry Selick y otra vez como director probó la técnica en "El cadáver de la novia" de 2005.
En esta nueva versión en 35 mm de "Frankenweenie" , rodada íntegramente en stop motion y luego reformateada al 3D, Burton expande su propia historia original para incluir una colección más amplia de monstruos resucitados, como una rata, un hamster momia y una tortuga gigante al estilo Godzilla. En su versión original, cuenta con las voces de Catherine O'Hara, Martin Short, su actor fetiche Martin Landau y Winona Ryder.
Este largometraje - que debutó en el puesto número 5 de taquilla en EEUU. el viernes pasado - será la tercera película de stop motion del año, junto con la ya estrenada "¡Piratas! Una loca aventura" de Peter Lord y Jeff Newitt y "ParaNorman" de Chris Butler y Sam Fell, - esta última también con fecha para el 1 de noviembre - , otro relato de zombies y fantasmas especial para Halloween. Tanto "¡Piratas!" como "ParaNorman" pertenecen a los británicos Aardman Animations, la compañía detrás de "Wallace y Gromit, La batalla de los vegetales" de 2005, la única película creada con stop motion hasta la fecha que ha ganado un Oscar al "mejor largometraje animado". Aardman viene sorprendiendo con esta técnica, llamada Claymation (animación con plastilina), desde su aparición en 1989.
La sensibilidad macabra de Burton, con sus fantasmas, duendes y criaturas del más allá, sin duda encajan a la perfección con el estilo anticuado del cuadro por cuadro.
"El stop motion siempre ha tenido su lado macabro y creo que se remonta a su tradición como medio", dijo Chris Butler, quien trabajó en "El cadáver..." y "Coraline" y escribió y co-dirigió "ParaNorman".