En abril de 1997 ingresó a la Estación Experimental Agropecuaria La Consulta INTA, desde la provincia de Jujuy (Argentina), una población de ajo blanco, que durante tres años, en la etapa de caracterización, mostró características prometedoras.
Luego, durante 7 años se realizó una selección que culminó en 2007, con la inscripción de una variedad bajo el nombre de Cristal INTA. Se trata de plantas muy vigorosas, con hojas de color verde característico y distintivo (muy claro y con aspecto de mosaicos virosos).
Los bulbos son de forma globoso achatada, con deformaciones más o menos importantes según el clima de la primavera. Son de color blanco, a blanco cremoso y presentan entre 8 y 14 gajos ("dientes") medianos a grandes, e irregulares, que muchas veces comprometen su presentación como ajo fresco.
En los sucesivos años de multiplicación los bulbos pesaron en promedio 106 gramos (entre 98 gramos y 121 gramos), con un calibre promedio superior a 75 mm.
Como tiene un período de reposo relativamente corto, Cristal INTA debe ser plantado entre el 15 y 20 de marzo y cosechado entre el 2 y el 9 de diciembre en las condiciones de San Carlos.
El promedio de producción en los últimos cinco años, a razón de 270.000 plantas por hectárea, ha sido superior a 28.000 kilos por hectárea de bulbos secos y limpios (2.800 cajas por hectárea), sin embargo, conviene tener en cuenta, que el rendimiento es muy afectado por errores en la fecha de plantación y de cosecha.
El rendimiento comercial de bulbos premium (de máxima calidad y presentación), es relativamente bajo, tanto más cuanto más tiempo se atrase la plantación, ya que se incrementan los bulbos "cebollones" y "rebrotados". Tiene tendencia al agrietamiento de las hojas envolventes externas.