Como si no le faltaran paradojas a la política argentina, hoy se dirimirá en la provincia de Buenos Aires, en elecciones generales, la interna del peronismo.
Sergio Massa sabrá esta noche qué diferencia lo separará de Martín Insaurralde, el postulante del Frente Para la Victoria, y tendrá también una primera aproximación a la salud del kirchnerismo y del gobernador Daniel Scioli, su principal competidor en el peronismo en la carrera presidencial de 2015. Ese diagnóstico, por supuesto, les servirá a todos los jugadores.
Margarita Stolbizer y la UCR conocerán así qué posibilidades tienen en lo inmediato los referentes nacionales del espacio que conforman el radicalismo y el socialismo de afirmarse como la primera opción no peronista para 2015.
Francisco De Narváez, a su vez, podrá calcular qué sobrevida le queda a su proyecto político, que hace sólo unos pocos meses tenía por delante un futuro deslumbrante.
Las otras dos listas son el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, que peleará por conseguir una banca en el Congreso con la boleta encabezada por Néstor Pitrola, y la alianza Unión con Fe, que lleva adelante a Gerónimo "Momo" Venegas, dirigente de los peones rurales.
En las urnas, casi 11 millones y medio de bonaerenses elegirán 35 diputados nacionales, 23 senadores provinciales, 46 diputados provinciales y centenares de concejales.
Así, la disputa por los cargos nacionales entre las seis listas que quedaron en condiciones de competir tras las Primarias del 11 de agosto se trasladará a cada uno de los 135 municipios del distrito que concentra el 37,4% del padrón electoral nacional.
Allí, a nivel de los capilares del entramado político provincial, también se jugará un partido que tendrá hoy un atractivo adicional. Los dos contendientes principales, Massa e Insaurralde, son intendentes.
El primero, desde Tigre, basó su Frente Renovador en alianzas con una veintena de pares que lograron apoyarse en una masa de ahorros que les permitió saltar el corralito que había instalado el Frente para la Victoria desde que logró borrar al duhaldismo del mapa.
El jefe comunal de Lomas de Zamora, a su vez, eligió recostarse en los intendentes que decidieron quedarse con el kirchnerismo y en la buena imagen que conserva en el distrito Scioli, que se convirtió en la estrella de la campaña oficialista desde que Cristina Kirchner -primero por decisión propia y más tarde por la imposición de los médicos que la operaron por su hematoma en la cabeza- se alejó del escenario.
Una clave para entender el resultado será medir hasta qué punto mantuvieron su lealtad los intendentes kirchneristas hacia una boleta que hace sólo dos años los ayudaba a consolidar su propia imagen y hoy -en muchos casos más que los que quisiera la Rosada- funciona como un ancla.
Fuera de la pelea grande en el conurbano, Stolbizer y De Narváez apostarán a conseguir buenos resultados en las ciudades del interior, menos pobladas pero con mayor representación proporcional en la Legislatura provincial.
Desde el legislativo bonaerense, Massa buscará condicionar la gestión de su rival para 2015, y Scioli a su vez intentará atar las alianzas que le permitan tener un futuro próximo lo más tranquilo posible. Hoy, el resultado ayudará a determinar cuál de esas dos fuerzas tendrá más oportunidades de imponerse.
En el distrito más grande del país, con los números de las Primarias -hoy, instaladas como una suerte de primera vuelta- frescos, la incertidumbre quedó acotada. Como siempre, el tiempo se encargará de restablecerla.