A lo largo de los años, esencialmente por la trayectoria y la calidad de la educación que se dicta en sus aulas, la Universidad Nacional de Cuyo ha sabido ganarse el prestigio y el respeto de la comunidad local, nacional e internacional.
La casa de altos estudios desarrolla una importante actividad cultural que muy bien puede ser aprovechada para que la población en general pueda conocer no sólo lo que sucede en el ámbito universitario, sino ampliarlo para que sus alcances lleguen a nivel regional, destacando inclusive la labor que se desarrolla en la provincia con sus alcances en lo social, en lo económico o en lo cultural.
De allí que el canal de televisión que se anunció días pasados y que se emitirá por televisión abierta, puede constituir la herramienta necesaria e invalorable para alcanzar los objetivos señalados.
Del mismo modo, no está de más que las autoridades universitarias hayan asegurado que se proponen respetar la diversidad de voces, donde todos estén representados y con respeto. Hacía falta esa aclaración, más en momentos como los actuales, donde todos los medios en manos del Estado nacional, incluyendo algunos universitarios, se han politizado y partidizado poniéndose al solo servicio del gobierno o del partido que ejerce el Poder Ejecutivo.
A modo de ejemplo puede señalarse lo que sucede con el canal oficial a nivel nacional, que es “estatal” es decir de todos los argentinos, pero que es utilizado por el Gobierno para realizar una impresentable propaganda oficial, que cuenta con programas de “opinión” integrados por personas que, diciéndose periodistas, pierden hasta la más mínima objetividad para denostar y degradar a todo aquel que desde los ámbitos sociales, políticos o empresarios, no coincide con la actual gestión gubernamental.
Que invierte miles de millones de pesos en programas deportivos que son utilizados para imponer la propaganda oficial, intentando disfrazarla de la obligación de publicidad de las obras de gobierno. Sólo cabría comparar la programación y la forma en que se desarrolla la noticia en el canal estatal argentino, con lo que sucede en los canales oficiales de otros países, incluyendo nuestro cercano Chile.
Hay una realidad concreta: la Argentina se dice federal, pero en los hechos el poder se encuentra concentrado en el Gobierno nacional, situación que se transmite también hacia los medios de difusión que centran su atención sólo en lo que sucede en la población que se congrega en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. De allí que surge más que interesante la iniciativa de desarrollar los aspectos regionales a través de canales, como el anunciado Acequia TV, que aún no se pone efectivamente en marcha o en la señal que está dispuesta a utilizar la Universidad Nacional de Cuyo.
En síntesis, si nos atenemos a las informaciones previas, la intención de las autoridades es promover el acceso a la información y generar espacios para que los realizadores audiovisuales puedan volcar sus producciones. Proponen a la comunidad contenidos culturales, conocimiento científico y análisis de la realidad local y territorial, enfatizando en la transmisión de historias de la identidad mendocina.
Es de esperar, entonces, que esos objetivos se cumplan lo mejor posible para que el canal universitario le sea útil a Mendoza, porque así los mendocinos le responderán con su visión.
