El juicio por la muerte de Genaro Fortunato, ocurrida el 9 de setiembre del año pasado, sufrió un sorpresivo giro.
Cuando parecía que sólo restaba definir la fecha de los alegatos y así dar paso a la sentencia, el fiscal Fernando Guzzo pisó el acelerador a fondo y sorprendió al tribunal solicitando de manera formal el cambio de calificación del delito con la intención de acusar a Julieta Silva de homicidio agravado por el vínculo, delito que se castiga con prisión perpetua.
Ante tamaña solicitud, el tribunal hizo un cuarto intermedio para resolver el conflicto y el lunes a las 15.30 retomarán la audiencia.
La petición del fiscal va en sintonía con la carátula con que la fiscal Andrea Rossi procesó a Silva en los albores de la causa por la muerte del rugbier en las afueras de Mona Bar (homicidio agravado por alevosía y el vínculo). Además, la envió a la cárcel a esperar el juicio. Esa postura fue apoyada en primera instancia por el juez de Garantías Pablo Peñasco.
Sin embargo, a fines de octubre de 2017 la Cámara de Apelaciones de San Rafael –compuesta en ese momento por Alejandro Celeste, Néstor Murcia y Jorge Yapur– entendió que la imputación era exagerada.
Incluso los magistrados regañaron a la fiscal Rossi, le dieron el beneficio del arresto domiciliario a Silva y ordenaron que el caso girara en torno a carátulas alternativas, como homicidio simple con dolo eventual u homicidio culposo agravado.
Para el jefe de Homicidios de la Fiscalía mendocina hay "pruebas suficientes" que acreditan la relación de pareja de Genaro y Julieta para retomar la imputación inicial y acusar a Silva según lo establece el artículo 80, inciso 1 del Código Penal.
Tíndaro Fernández, abogado que representa a la familia Fortunato, apoyó sin dudar el requerimiento de Guzzo de regresar a la carátula de homicidio calificado.
Para el defensor de Silva, Alejandro Cazabán, pretender elevar la acusación a esta altura del debate se corresponde con una "ignorancia supina del derecho procesal".
"¿Por qué no lo plantearon antes, en las audiencias (previas)? ¿Por qué no lo hizo el fiscal anterior (Norberto Jamsech que se jubiló justo poco antes del comienzo del juicio)? El señor fiscal (por Guzzo) está creyendo que el proceso comenzó ahora", criticó Cazabán.
Por último, el letrado solicitó por "improcedente, inválida e inaplicable" que el tribunal rechace el requerimiento de la Fiscalía.
WhatsApp y testimonios
La relación amorosa de Genaro y Julieta fue uno de los aspectos en los que más hizo hincapié el abogado querellante, Tíndaro Fernández.
Esa labor lo llevó a rastrear 50.000 mensajes de WhatsApp en los teléfonos de ambos para extraer 6.000 entre Fortunato y Silva y encontrar decenas de ellos en los que se juraban amor eterno, hablaban de casamiento o de tener hijos. También rescataron 98 llamadas telefónicas realizadas en los tres meses que aproximadamente duró la relación.
