Bruno Troncoso tiene 15 años, es de Caleta Olivia, y una malformación en su brazo derecho no lo detiene para ser una de las figuras del equipo de handball convencional de la provincia de Santa Cruz en los Juegos Nacionales Evita Juveniles.
Los 20.000 jóvenes que participan de los Juegos Nacionales llegan a los distintos escenarios deportivos con expectativas, sueños, adrenalina y ganas de disfrutar del deporte que aman junto a chicos de todo el país y, así, escribir su propia historia.
Historias como la del santacruceño Bruno Troncoso, que continuó la tradición familiar de sus cuatro hermanos, y desafió todos los prejuicios gracias al handball.
“Cuando era más chico por ahí no me gustaba andar por la calle o mostrarme mucho. Pero cuando empecé a jugar al handball, junto a mis hermanos y compañeros de colegio, eso me ayudó a sentirme uno más. El deporte me permitió no tener ningún complejo”, le dijo Bruno a la Fan Page de la Secretaría de Deportes de la Nación.
“Bruno es un chico que juega muy bien y le suma mucha actitud al juego. Para nosotros es un jugador más, aporta en lo deportivo y suma al grupo humano que formamos, algo que priorizamos a la hora de sumar los refuerzos para el torneo”, dice su entrenador, Gabriel Torrengo.
Bruno, que comenzó a practicar handball a los seis años en la escuela municipal de Caleta Olivia y tiene como ídolos a los jugadores del seleccionado nacional Diego Simonet y Federico Pizarro, ya se hizo un nombre entre los chicos de Santa Cruz.
Su fortaleza, carácter y estilo de juego llevó al equipo 28 de Noviembre (ganador de la etapa provincial) a convocarlo como refuerzo para la instancia nacional de los Juegos Evita Juveniles que se desarrollan en Mar del Plata hasta el 27 de octubre y que movilizaron a todo un país en el evento deportivo más grande de la Argentina.