Independiente sumó ayer una nueva frustración al perder 2-1 como local frente al recién ascendido Brown de Adrogué, en el partido que marcó el debut de ambos en el campeonato de la B Nacional.
Independiente pretendió dar el primer paso en el duro camino de retorno a Primera División, pero dejó una muy pálida imagen ante el humilde conjunto de Adrogué, que lo superó merecidamente con los goles marcados Martín Fabro y Matías Sproat.
El conjunto de Avellaneda vivió un momento de paz a los 29 minutos del primer tiempo, cuando, a través de un penal, Daniel Montenegro consiguió el empate parcial.
Al final del cotejo la frustración del hincha se hizo sentir a través de los insultos que cayeron sobre el presidente Javier Cantero y el resto de la comisión directiva.
Los gritos se iniciaron en la tribuna que ocupó la facción de la barra brava liderada por Pablo “Bebote” Alvarez, pero luego se extendieron al resto del Estadio Libertadores de América.
Todo le costó demasiado a Independiente, ya que a las notorias dificultades para dar más de tres pases seguidos, con la intención de generar juego asociado, le sobrevino la dificultad para superar a un adversario que proponía un juego luchado y de fricción en el medio.
Por la izquierda ni Lucas Villalba ni Juan Manuel Trejo lograron ser salida clara, y por la derecha apenas un par de escaladas de Martín Zapata fueron un medio de aproximación al arco defendido por Matías Giordano.
Entonces todo dependió de lo que pudiera hacer el Rolfi Montenegro, quien se vio obligado a jugar muy lejos del arco rival.
Para colmo, a los 16 minutos, en el primer acercamiento claro, Brown se puso en ventaja. Hubo una buena combinación entre Fabro y Adrián Maidana, que el primero terminó con un derechazo cruzado, que superó la estirada de Fabián Assmann. Uno a cero y el Libertadores de América en total silencio.
Todo parecía cuesta arriba para el rojo, hasta que, a los 27, llegó el empate. Zapata se fue por derecha y lo derribaron sobre la línea de fondo. Carlos Maglio, tras dudar un instante, marcó penal y Montenegro, con un remate bajo y cruzado, puso el 1-1.
Independiente sufrió el primer tiempo. Los nervios del inicio de un camino desconocido, y la fiereza con la que planteó el partido el recién ascendido Brown fueron un combo muy difícil de superar para el equipo de Miguel Angel Brindisi, el cual sufrió un golpe en el tiempo adicionado por la expulsión de Zapata.
El principio de la segunda etapa mostró a Independiente repitiendo los mismos errores de la primera parte, y Brown, bien parado en su campo, convirtió cada contraataque en una jugada de serio peligró para el arco de Assmann.
A los 3 avisó el equipo de Pablo Vico, cuando Miranda avanzó sobre la derecha y habilitó a Sproat, quien definió de zurda, pero encontró una adecuada respuesta de Assamann.
Fabro, el mejor jugador de la visita, ejecutó un tiro libre desde la derecha que Soto no consiguió impactar solo frente al arco.
Independiente no tenía respuestas anímicas ni mucho menos futbolísticas, y recibió el mazazo final a los 17. Fabro elaboró una gran jugada individual sobre la derecha y habilitó a Joel Barbosa, quien envió un centro pasado que encontró en el segundo palo a Sproat para definir cruzado a palo izquierdo.
A partir de entonces, y hasta el final, Independiente fue un manojo de nervios. Se repitió en centros y chocó una y otra vez contra sus propias limitaciones, preocupando poco a un Brown de Adrogué que consiguió el triunfo más importante de su historia.
