Es cierto que desde la vuelta de la democracia a nuestro país hemos visto varias veces de qué manera nuestros dirigentes, aquellos a quienes dimos la gran responsabilidad de representarnos en cargos nacionales, nos han hecho sentir bronca.
En este momento, como parte de esa dirigencia, no encuentro otra palabra para plasmar lo que sentí mientras observaba que los legisladores nacionales por Mendoza del Frente Para la Victoria, daban el voto a favor para que se aprobara la mal llamada democratización de la Justicia.
Esto no es más que una ley que lo único que pretende es convertir a los jueces como espejos de Oyarbide, una ley que no representa un mejor y más rápido acceso a la Justicia para todos, sino que rompe con la independencia de la misma.
Una ley que permitirá, a aquellos partidos que ganen las elecciones, tener la llave no sólo para nombrar jueces sino también para castigar a quienes no sean obedientes. Quien triunfe en las elecciones tendrá la mayoría absoluta en el Jury de Enjuiciamiento para hacer lo que quiera con los jueces: sin duda, como dijo la Presidenta, están yendo claramente por todo.
Ahora, no puedo dejar de preguntarme cómo se puede acompañar una iniciativa en la que quienes van a impartir justicia tendrán que ir en las listas partidarias. Siempre han acompañado las listas abogados, académicos, profesionales muy prestigiosos, pero nunca los magistrados. ¿Dónde quedará la independencia de los jueces? Antes de acceder al cargo se tendrán que poner pecheras partidarias.
Bermejo, Carmona, Fernández Sagasti y Dante González son cómplices de la Presidenta, por querer dejar al país sin independencia judicial. Son cómplices por acompañar una ley que nos hace volver a los tiempos oscuros de la dictadura, cuando los únicos que tenían justicia eran los amigos del poder. Son cómplices por poner delante los intereses partidarios antes que los de toda la ciudadanía. Son cómplices, en definitiva, de uno de los momentos más dolorosos que hemos tenido que presenciar nuevamente los argentinos: ver el deterioro del Estado de Derecho en nuestro país.
Éstas son connivencias espurias en el poder y no acciones transparentes que tengan a la sociedad como objetivo para mejorar sus niveles y calidad de vida.
Por eso es que lo que estamos sintiendo la mayoría de los mendocinos es bronca, ya que los legisladores del Frente Para la Victoria por Mendoza le han cumplido el sueño a la Presidenta de gobernar únicamente con jueces amigos, y se han olvidado de cumplir el sueño de todos los mendocinos: vivir en un país cada vez más justo.
Néstor O. Majul - Secretario Comité Provincia UCR Mendoza
