En el corazón del distrito Las Barrancas, a 3 kilómetros al sur del carril Barrancas o ruta provincial 14, el IPV levantó un pequeño barrio de 20 casas, Brisas del Río, hábitat de familias de trabajadores rurales.
El ingreso a la pequeña barriada se hace por la calle Simonovich, perpendicular al carril Barrancas, 3.000 metros al sur de la cinta asfáltica. Es la arteria por donde entran y salen los camiones de ripio que retiran áridos de la ripiera Malentacchi, otro de los lugares referentes del área, y camionetas que se dirigen a un rehabilitado y no muy lejano pozo petrolífero de YPF.
Pero el hito principal es la vecindad con calle El Alto, que conduce al viejo pueblo de Las Barrancas, que conjuga historia huarpe, arqueología y tradiciones ancestrales. Un elemento geográfico de trascendencia lo marca el lecho del río Mendoza, causante en el pasado de grandes inundaciones cuando en la época estival desbordaba su cauce.
Las familias que habitan Brisas del Río son pobladores del lugar, cuya mayoría está habituada a la lejanía del sitio con los centros urbanos.
El impacto en este sentido fue para unos pocos que venían de vivir en lugares densamente habitados de Maipú y del Gran Mendoza. Así lo percibe Romina Lier (29, 4 hijos), quien residía con los suyos en Luzuriaga y estaba acostumbrada "al ruido del lugar" y a contar con una variedad de medios de transporte público de pasajeros sobre la calle Sarmiento.
El conjunto habitacional tiene 2 cuadras y lo ocupan, de manera preponderante, matrimonios jóvenes, varios de ellos con varios hijos, al punto que los chicos llegan al medio centenar.
El ambiente plenamente rural, rodeado de fincas en producción (Toso, Flichman, Llorente y otras) y quintas de frutales (duraznos y damascos), como la que se ubica al oeste, limitando con el borde barrial. Esta circunstancia es definida de manera sencilla por Damián Alcaraz (27, 3 hijos, operador y locutor de la radio la comunitaria León de General Gutiérrez).
"En verano, abro la ventana del comedor para que entre el aire puro de las flores y árboles…" Por añadidura las viviendas poseen fondos generosos para plantar césped, y disponer la churrasquera, debajo de un aguaribay, como ocurre en el hogar de Damián.
Ramón Aguirre (72, tucumano de origen) fue obrero trashumante de las propiedades rurales de la comarca, y más atrás en el tiempo, ladrillero en su provincia de origen.
Comenta que el terreno que ocupan las casas, otrora una finca, tuvo que ser rellenado porque era un bajo que se inundaba cuando se producían lluvias de cierta intensidad. "Hoy todavía se aprecia el desnivel porque los techos están casi a la altura de la calle El Alto", que está muy cerca, al sur.
Entonces, las características de sitio bucólico, apenas alterado por el intenso tráfico de la Simonovich, es una de las fortalezas del sitio. En materia de contratiempos: la distancia con la ciudad de Maipú, a la que hay que recurrir para las compras de la comida y los elementos de la casa, al no disponerse de comercios cercanos que abastezcan a las familias.
Los desplazamientos, para quienes no poseen movilidad propia, se hacen a través de las pocas frecuencias de colectivos (línea 10) que entran al paraje, a razón de una unidad cada 2 horas aproximadamente, de lunes a viernes; los sábados, domingos y feriados, hay que enfilar hasta la ruta 14 porque no hay nada. Debe reconocerse que sobre la cinta asfaltada sí pasan muchas unidades de la empresa de Valentín Stocco.
"Estamos descuidados en materia sanitaria, lo que repercute en nuestros hijos", apunta Sandra Larrain (39, 7 chicos). Afirma esta ama de casa que el centro de salud de la jurisdicción es el Nº 55, que dispone de un médico en la mañana, y casi no cuenta con ambulancia. "Hace poco -describieron los vecinos- un alumno sufrió un coma diabético y fue trasladado al hospital Humberto Notti en un auto particular debido a esa falta de vehículo sanitario.
Casi todos los pibes en edad escolar asisten a la escuela Valle de las Barrancas, sobre la calle El Alto, que por la tarde alberga al colegio secundario Huarpes de las Barrancas.
Otra queja es que el barrio se quedó sin el beneficio del gas, que está llegando a otras partes de Las Barrancas, a pesar de que los hogares se encuentran a 500 metros de la cañería madre. Este servicio se suple con garrafas y se calefaccionan los ambientes con estufas eléctricas, con el consabido aumento de los costos hogareños.
El buen "clima" vecinal salta a la vista. La jornada en que este diario visitó el lugar, se apreció un ejemplo de la convivencia que impera en el área. Dos vecinas -Mónica Arias (41) y Jael Terrero- realizaban tareas de albañilería, dándose una mano mutua para ampliar la cochera de Mónica y emprender mejoras en el hogar de los Terrero.
Sobre la calle Simonovich
Para arribar al barrio Brisas del Sur hay que tomar la calle de tierra Simonovich.
El historiador fallecido Carlos H. Dolcemáscolo, estudioso de la zona de Las Barrancas, precisa en una de sus investigaciones que Lucas Simonovich fue miembro del Concejo Deliberante de Maipú durante varios períodos e integrante de comisiones examinadoras en escuelas primarias Y también comisario, autoridad electoral y de agua. Falleció en 1907.
