Briones: el Fillol del Hockey

Práctico básquet, natación y fútbol de salón, pero en deporte sobre ruedas marcó un estilo y contribuyó a definir el estilo del arquero argentino.

Briones: el Fillol del Hockey

A los 10 años, Julio César Briones compartía con igual dedicación la responsabilidad por el estudio y el interés por el deporte que practicaba en Andes Talleres. Como vivía en la calle Agustín Álvarez al 1625 a media cuadra el club, la casa Azulgrana era una prolongación de su hogar y el lugar donde pasaba largas horas después de hacer los deberes.

También se familiarizaba con cada rincón y espacio deportivo porque acompañaba a diario a su papá (Julio) que por su trabajo como gerente de la institución era un empleado muy reconocido y respetado.

Elogiado hasta el día de hoy por su eficiencia y honestidad por aquel gran presidente que fue don Amílcar Héctor Robles, en la inolvidable década del '70 plena de éxitos deportivos como los títulos de campeón en un hecho sin precedentes en tres disciplinas distintas en 1971: fútbol, basquetbol y hockey sobre patines.

Además de logros institucionales muy importantes que en esos momentos exigieron un gran esfuerzo económico, como la construcción de moderno estadio cerrado en 1972. “El Julito”, como lo nombraban sus compañeros y amigos, había empezado a jugar al basquetbol a la par de los hermanos Raúl y Roberto Brioude, bajo el halo protector de los entrenadores como Alberto Pablos y Rafael Ferrer, y en los veranos practicaba natación dirigido por Tomás Capello y José Luis Nenna.

Hasta que después de un partido de baby fútbol, en el que había ocupado el puesto de arquero, que era el que más le llamaba la atención y el que más disfrutaba cuando jugaba a la pelota, se le acercó Carlos Alberto Flamarique, al que todos identificaban cariñosamente como “El Oveja”, quien seleccionaba a los chicos y jóvenes que mostraban condiciones para incorporarlos al semillero del hockey sobre patines, quien lo sorprendió con una invitación que marcó para siempre su destino en la vida y el deporte: "¿Nene, no querés  jugar al hockey sobre patines?".

Ese fue el inicio de una exitosa y brillante trayectoria que lo convirtió con el paso del tiempo, según la autorizada opinión de los críticos de ese deporte, en uno de los tres mejores arqueros argentinos de todos los tiempos a la par del sanjuanino Francisco ‘Panchito’ Velázquez y del mendocino José ‘Pepe’ Martín.

Figura indiscutida por su arrojo, seguridad y reflejos, primero en Andes Talleres, luego en la Selección de Mendoza y finalmente en la Selección argentina.  Sin dudas es un gran protagonista de aquel primer título Mundial, que se alcanzó en Parque de Mayo, en 1978; honor que compartió con los mendocinos Ángel Benigno Maldonado (YPF) y Mario Valentín Rubio (A. San Martín).

El creador de un estilo

Briones fue precursor de un estilo único y personal como arquero, una forma que enriqueció y definió el modo de atajar "argentino": lo hacía en cuclillas, con las rodillas apoyadas en el piso, cubriendo el arco con su cuerpo y empleando las manos como si fuera un portero del fútbol.

"El Fillol del Hockey" se dijo después del Mundial de San Juan, donde la prensa lo comparó con Ubaldo Matildo Fillol, el número uno de la  Selección de fútbol campeona del mundo algunos meses antes. El periodista José Luis Barrio, enviado especial de El Gráfico a torneo ecuménico, lo incluyó en el seleccionado ideal del campeonato.

Briones fue titular desde 1977 hasta 1982 en el equipo argentino de hockey sobre patines, época en que logró además los títulos de Campeón Sudamericano en 1977 en Santiago de Chile, Campeón Panamericano y medalla de oro en 1979 en Puerto Rico y Subcampeón Mundial en 1980 en Talcahuano, Chile, detrás de España, conjunto al que se había goleado 7 a 1 en la etapa clasificatoria.

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