Braian Toledo ya dejó de ser el pibe que prometía. Aquel talento precoz que surgió, a los 16 años, llamando la atención por sus orígenes y la forma inverosímil en la que había aprendido a lanzar la jabalina ya es una realidad en el máximo nivel del atletismo.
En el 2015, el chico de Marcos Paz explotó en el Mundial de China (fue 10º con su mejor marca, 83m32) y ya este año, en febrero, confirmó su status de clase mundial cuando ganó el oro en Sudáfrica con 80,73 m.
El objetivo del año son los Juegos Olímpicos, “A Río llego por todo”, sostiene el bonaerense que debutará hoy a las 20.30 en la serie clasificatoria.
“A Río voy por todo, por una final olímpica. Para eso necesito lanzar por encima de los 80. Sería un sueño, sobre todo porque quizá mi mayor nivel sea en el 2020. Acá me dicen que soy muy joven y que las cosas grandes llegan cuando uno es grande, pero mi objetivo es ambicioso. Mi meta es el infinito, aunque sepa que lo realista sería superar lo que hice en Londres”, finalizó Toledo.