El Parlamento británico rechazó por segunda vez el acuerdo del Brexit de Theresa May, en una histórica votación que frustró quizás el último intento de la primera ministra de garantizar una salida ordenada de la Unión Europea (UE), y agravó el caos político y la incertidumbre económica en el Reino Unido a sólo 17 días de que abandone el bloque.
Después de que la UE descartara más cambios al pacto, los diputados ignoraron las súplicas de May y rechazaron el acuerdo de divorcio por 391 votos contra 242, y ahora deberá decidir si aprueba un Brexit sin un acuerdo que libre a ambas partes de serios perjuicios económicos o si se retrasa la salida más allá del 29 de marzo.
El no del Parlamento al acuerdo arroja al Reino Unido a lo desconocido, al disparar el peligro de que la nación insular tenga que cortar 46 años de vínculos con su mayor socio comercial sin un pacto que evite la imposición de aranceles y controles fronterizos, algo que dificultará el libre tránsito de personas y bienes y encarecerá la vida de los británicos. Entre los que votaron en contra hubo 75 legisladores del Partido Conservador de la propia May, informó la cadena BBC.
La derrota por 150 votos fue menos holgada que la de enero, cuando 230 diputados se pronunciaron contra el texto -antes de que la premier arrancara algunos cambios a la UE-, pero no por mucho. Desde Bruselas, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, expresó su "decepción" con la incapacidad de la conservadora May de convencer al Parlamento de su país y advirtió que el nuevo rechazo del Parlamento británico "incrementa significativamente la probabilidad de un Brexit sin acuerdo".
El líder del Partido Laborista, el mayor de la oposición, Jeremy Corbyn, pidió la re
nuncia de May, al decir que, tras su segunda derrota en el Parlamento por el Brexit, "es tiempo de elecciones generales".
La súplica de May
Antes de la votación -con voz ronca luego de días de frenéticas gestiones diplomáticas de último momento, con viajes a Europa continental incluidos-, May imploró a los legisladores que respaldaran el pacto, diciendo que "el Brexit podría estar perdido" si votaban en contra y que una partida sin acuerdo causará un "importante impacto económico". Sin embargo, legisladores pro-Brexit cuyo apoyo necesitaba May le dieron la espalda.
Los primeros en manifestar su descontento fueron los conservadores pro-Brexit de línea más dura, y luego se sumaron los 10 diputados del Partido Democrático Unionista (DUP), una agrupación norirlandesa que ha votado junto al gobierno en minoría de May.
Ambos grupos dijeron de una serie de concesiones de la UE que la premier anunció ayer luego de una reunión de último minuto en Francia con autoridades del bloque, no eran los cambios legalmente vinculantes que ellos exigen para evitar que el Reino Unido quede atado al bloque por tiempo indefinido.
May esperaba que su anuncio ayudara a sumar respaldos. Sus esperanzas se hicieron añicos cuando el fiscal general británico, Geoffrey Cox, dijo que los cambios anunciados por May "reducen el riesgo" de que el Reino Unido quede atrapado en las regulaciones de la UE pero no lo eliminan.
Su análisis legal de dos páginas agregó que si el Reino Unido y la UE no logran un acuerdo de libre comercio en el período de transición de casi dos años que contemplaba el pacto de separación, Londres "no tendrá medios internacionales legales para salirse de los arreglos del protocolo, salvo con un acuerdo" con la UE. La jefa de gobierno, tal como había prometido, dijo tras su derrota que hoy el Parlamento votará sobre si el Reino Unido abandona la UE el 29 de marzo sin un acuerdo con el bloque, y dio libertad de acción a los miembros de su partido.
Si esto también es rechazado, confirmó que mañana habrá otra votación sobre si se retrasa el Brexit, algo que debe ser ratificado por los 27 países restantes de la UE. "Lamento profundamente la decisión de esta Cámara. Sigo creyendo que este acuerdo es el mejor y, por tanto, el único posible", sostuvo. Sobre la posibilidad de prorrogar la fecha de salida prevista para el 29 de este mes, May señaló: "Pero voy a ser muy clara. Votar en contra de irnos sin acuerdo y por una prórroga (del plazo) no va a resolver los problemas a los que nos enfrentamos.
La UE querrá saber qué queremos hacer con esa prórroga y este Parlamento tendrá que responder a esa pregunta". "¿Queremos revocar el artículo 50? ¿Queremos celebrar un segundo referéndum? O ¿queremos irnos con un acuerdo pero no con este acuerdo?", planteó la "premier", quien aclaró que se trata de "opciones que, gracias a la decisión que tomó el Parlamento, hay que afrontarlas".
Lo pide la UE
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, lamentó el rechazo del Parlamento británico y afirmó que, si el Reino Unido solicitara ampliar el período de negociación para su salida de UE, debería dar una "justificación creíble". "Si hubiera una petición razonada para una extensión, los Veintisiete la considerarían y decidirían por unanimidad. Los Veintisiete esperan una justificación creíble para una posible extensión y su duración", dijo un portavoz de Tusk.
“Del lado de la UE, hemos hecho todo lo posible para alcanzar un acuerdo. Dadas las garantías adicionales proporcionadas por la UE en diciembre, en enero y el lunes (en Estrasburgo, respaldadas por May, y el presidente de la Comisión Europea, JeanClaude Juncker), es difícil ver qué más podemos hacer”, agregó.
Por su parte, el jefe negociador del bloque europeo para el Brexit, Michel Barnier, aseguró que la UE "hizo todo lo que pudo para ayudar a aprobar el acuerdo de retirada" y que el impasse "sólo se puede resolver en el Reino Unido".
Decepción en Dublin tras la negativa
El Gobierno irlandés se declaró "profundamente decepcionado" por el rechazo del Parlamento británico al plan de salida de su primera ministra, Theresa May, pero apeló a "la calma" y la "paciencia" para lograr un Brexit ordenado.
"Este proceso debe seguir ahora su curso en Westminster", explicó a la cadena BBC el viceprimer ministro y titular de Asuntos Exteriores, Simon Coveney.
Dada la incertidumbre creada por la decisión de los comunes, el Gobierno de Dublín intensificará sus planes de contingencia para hacer frente al un Brexit sin acuerdo, un escenario "más posible ahora que hace unas horas", advirtió Coveney.