La llegada de Raggio como DT provocó un sismo
Los 60 días que pasaron entre la renuncia de Alfredo Berti y la contratación del nuevo técnico, Gustavo Raggio, con varias negociaciones caídas en el medio, profundizaron algunas diferencias internas en el seno de la actual Comisión Directiva y los distintos sectores que influyen en el fútbol profesional de Newell's Old Boys.
Se suponía que lo ocurrido en los últimos dos meses traería coletazos y el primero fue la renuncia de Ricardo Lunari, quien reemplazó a Berti como interino durante siete partidos e iba a seguir a cargo de la dirección técnica de la Reserva, pero decidió dar un paso al costado por no ser considerado como alternativa cuando se cayeron casi todas las demás.
“Me voy triste, algún día volveré”, dijo el propio Lunari al abandonar el club. Además, Sebastián Cejas, actual manager de la entidad, también estaría evaluando dejar su cargo.
El Ciclón repatriaría a Pablo Barrientos
Mientras San Lorenzo aguarda por una definición favorable en el caso de Ignacio Piatti -lo quieren el Montreal Impact y el Cruz Azul, clubes que no le permitirían jugar las semifinales de la Libertadores-, la dirigencia también sueña con repatriar a Pablo Barrientos.
El volante, hoy en el Catania, desea volver a vestirse de azulgrana, aunque la cosa no viene tan fácil. De hecho, el club italiano aún no le ha puesto precio a su ficha.
Y, por eso, su agente Agustín Jiménez podría viajar a Europa para reunirse con los tanos y comenzar a avanzar con las negociaciones.
Pitu ya le confesó a sus íntimos que tiene ganas de formar parte del plantel de Bauza para la próxima temporada. E incluso, podría ser un buen relevo en caso de que Leandro Romagnoli no logre zafar de pasar al Bahía.
“Tenemos ganas de que Pablo juegue en San Lorenzo”, dijo Lammens. ¿Si es difícil? Eso dependerá de lo que digan (y pidan) los italianos la semana próxima.