Uno, dos y tres: Claudio Bravo no dejó ayer que nadie perforara su arco ni siquiera en la tanda de penales, donde con sus tres atajadas consecutivas dijo presente en el mejor momento para Chile.
El capitán de la Roja había tenido un complicado inicio de Copa Confederaciones, donde una lesión más persistente de lo esperado le hizo perderse los dos primeros partidos del torneo ruso, una especie de “mini Mundial” que reúne a los seis campeones continentales, el campeón mundial y el anfitrión de la Copa del Mundo de 2018.
Sin embargo, en su segundo encuentro tras casi dos mes sin jugar, el veterano arquero de 34 se vistió una vez más de héroe para atajar tres penales consecutivos a Portugal y ubicar a Chile en su tercera final consecutiva tras la Copa América 2015 y la Copa Centenario 2016.
Bravo, que se impuso en el mano a mano a tres hombres veteranos como Quaresma, Moutinho y Nani, fue elevado por los cielos por sus compañeros al final del encuentro disputado en Kazán. Todos sabían que no habían sido días fáciles para el capitán.
No sólo vio los dos primeros partidos desde el banco por una incómoda lesión muscular, sino que antes de viajar a Rusia su situación en el Manchester City se había complicado.
Después de una irregular temporada en la Premier League, Bravo vio cómo su titularidad en el equipo de Josep Guardiola quedó seriamente amenazada con la llegada de Ederson Moraes, un portero estrella de 23 años que costó al club inglés nada menos que 40 millones de euros (44,8 millones de dólares).
La situación recuerda a la que ya vivió hace solo un año. Cuando era arquero indiscutido en el Barcelona, el chileno vio cómo Marc-André ter Stegen reclamaba la titularidad después de una temporada como suplente y amenazaba al parecer con irse, precisamente, al City de Guardiola. La decisión del equipo azulgrana fue apostar por el joven portero alemán y señalar la puerta de salida al chileno.
El arquero se lesionó el gemelo izquierdo a finales de abril cuando disputaba con el City el derby ante el Manchester United en la Liga inglesa. No volvió a jugar desde entonces, pero se unió de todos modos a su selección en Rusia.
La Copa Confederaciones ofrecía a Bravo el escenario para reivindicarse ante el City o, más probable, para seducir a un nuevo club, así que el arquero decidió quedarse con la esperanza de reincorporarse al equipo durante el torneo.
Lo hizo en el último partido de la fase de grupo, en el 1-1 frente a Australia, pero fue ayer cuando justificó las palabras de su entrenador, Juan Antonio Pizzi, cuando decidió devolverle la titularidad pese a llevar sin jugar desde finales de abril.
“Este tipo de jugadores de elite no necesitan un tiempo de adaptación. Son capaces de rendir al máximo enseguida”, dijo el argentino.
Bravo no solo fue fundamental en la tanda de penales, sino que hizo una atajada crucial en la primera mitad a un disparo de André Silva que lo podría haber cambiado todo.
“Era un partido especial para nosotros y es muy importante poder estar en la final. Estamos completando un ciclo muy exitoso”, dijo Bravo después de alcanzar su tercera final consecutiva con Chile. En las dos anteriores, también fue clave en la tanda de penales.
Claudio Bravo - Arquero de Chile: "Ganar el título sería coronar años de éxitos"
“Este equipo no se da por vencido”, señaló este miércoles el arquero y capitán de la selección chilena Claudio Bravo, héroe de la clasificación para la final de la Copa de las Confederaciones al atajar tres penales ante Portugal, en un partido que finalizó 0-0 tras la prórroga.
“Nos vamos satisfechos por el resultado y por cómo jugamos. Eso sí, todavía no ganamos nada. El rival nos obligó a extremar los recursos. Pero así es este equipo que no se da por vencido, siempre estamos convencido de nuestras opciones”, dijo Bravo, que fue manteado por sus compañeros tras parar los tres primeros lanzamientos portugueses.
Por el lado sudamericano marcaron Arturo Vidal, Charles Aránguiz y Alexis Sánchez.
“Lo vivimos con mucha felicidad, los espectadores vivieron un duelo muy igualado, con dos selecciones muy protagonistas eso es lo bonito del fútbol, que se vean partidos de esta magnitud”, continuó el arquero, elegido mejor jugador del partido.
“Ganar el título sería coronar años de éxitos, de una generación que quiere seguir triunfando, pero ahora a disfrutar de lo de hoy y mañana a comenzar a trabajar lo siguiente”, concluyó.