De a poco, los simpatizantes están llegando a las inmediaciones del Mineirao, donde a las 17 se disputará el partido por la primera semifinal del Mundial, entre Brasil y Alemania.
Recorrer el trecho desde el centro de Belo Horizonte hasta las inmediaciones del estadio mundialista fue por momentos una travesía a paso de hombre. El control policial es muy estricto y se hace lento el ingreso. Ninguna persona sin ticket puede acercarse a una zona cercana a los 3 kilómetros de distancia.
Los hinchas de los dos países confraternizan en la previa, aunque con las lógicas bromas entre aficionados. Sin embargo, no se registran problemas y sobresale la buena onda. Claro, todo esto a casi 3 horas de iniciarse el encuentro.
Los organizadores aguardan alrededor de 60.000 espectadores dentro del Mineirao, con miles y miles alrededor del predio.