El presidente Tabaré Vázquez, decidió remover al embajador de Uruguay en la Unión Europea, Walter Cancela, informó ayer la prensa uruguaya.
La decisión se debió, según el semanario Búsqueda, a los dichos del embajador acerca del acuerdo entre la UE y el Mercosur. Cancela aseguraba que una negociación con Europa debía incluir a los cuatro miembros del bloque suramericano, mientras que Brasil y Uruguay buscan excluir en un primer momento a Buenos Aires, en tratativas a dos velocidades, a pesar de los reclamos kirchneristas.
Según la prensa uruguaya, dos semanas atrás la presidenta brasileña Dilma Rousseff y su par uruguayo Tabaré Vázquez se reunieron en Brasilia para acordar la exclusión de la Argentina en las negociaciones comerciales que el Mercosur está llevando a cabo con la UE.
El lunes pasado Cancela, dijo que el “acuerdo es entre los cuatro (socios del Mercosur), no por separado, porque la UE tiene mandato para negociar con el Mercosur y no con los gobiernos de Uruguay, Argentina, Brasil o Paraguay”.
Insubordinación
Las afirmaciones de Cancela molestaron tanto a Tabaré Vázquez, siempre según la prensa uruguaya, que decidió despedirlo por insubordinación.
"La política exterior la fija el presidente de la República", dijo el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa.
“Por lo tanto, se desautorizan las declaraciones del (ahora ex) embajador”. “Cancela había asumido su cargo en octubre de 2010. Aunque faltan cuatro meses para finalizar su misión, el gobierno no prevé renovar su estadía en la capital de Bélgica y además ya trabaja en encontrar cuanto antes un sucesor”, añadió en declaraciones publicadas ayer por el diario oriental El Observador..
Fuentes del gobierno uruguayo dijeron a El Observador que tanto Vázquez como Nin Novoa se enfurecieron porque Cancela rompió la estrategia acordada entre Uruguay y Brasil de alinearse para lograr este año un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea pese a las resistencias del kirchnerismo.
El presidente de la Cámara de Comercio Uruguayo-Alemana y también representante de la Eurocámara Uruguay, Paul Riezler, afirmó el martes en una entrevista realizada por El Observador TV que para Europa la prioridad es acordar con Brasil. “La Unión Europea lo que quiere es Brasil; Argentina viene por añadidura. Hay que tener en cuenta los tiempos de las empresas y las empresas no pueden esperar”, aseguró.
El gobierno uruguayo mantiene expectativas por la reunión que el próximo 11 de junio mantendrán responsables de la Unión Europea en el marco de la Cumbre entre la Eurozona y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Las autoridades de los gobiernos de Brasil y Uruguay consideran una prioridad estratégica la realización de un TLC con la Unión Europea para que intentar evitar que las exportaciones de alimentos a ese mercado pierdan competitividad (y terminen siendo desplazados por EE.UU).
En qué consiste el TLC con los estados de la Zona Euro
A fines de julio de 2014, cuatro de los cinco países del Mercosur (Brasil, Paraguay, Uruguay y la Argentina) acordaron una oferta única para negociar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los países europeos, y ahora la próxima etapa consiste en el entrecruzamiento de las propuestas comerciales para que se pueda avanzar.
“Estamos en la etapa de recibir de una y otra parte las ofertas comerciales que se puedan concretar, y que puedan desde ese momento dar lugar a una negociación que creo será rápida”, afirmó Fernández Trigo.
El diplomático agregó que se aguarda que la oferta que presente el Mercado Común del Sur (Mercosur) “esté a la altura" de los parámetros que se establecieron en 2010, y que implica que el 90% de los productos que se intercambien estén libres de aranceles.
Tras una suspensión de seis años, la UE y el Mercosur retomaron en 2010 las negociaciones para cerrar un acuerdo de libre comercio entre ambos bloques, e incluso se había encaminado el intercambio de ofertas para diciembre de 2013, según publica el periódico El País, de Uruguay.
Pero las medidas proteccionistas adoptadas por Argentina para defender su industria local y frenar las importaciones -denunciadas por Estados Unidos y la Unión Europea ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) se convirtieron en un obstáculo. Uno de los temores de Buenos Aires es ser desplazada comercialmente del mercado brasileño, ante la llegada de productos más competitivos desde Europa.
En marzo de este año la UE quedó disconforme con el alcance de la oferta del Mercosur, ya que esa propuesta contaba con un período de gracia de siete años para comenzar a reducir las tarifas de importación que fue propuesto por Argentina. Esto además de que en enero los europeos le habían pedido al Mercosur que clarificara qué países del bloque estaban participando de la negociación.
La falta de avances en la negociación provocó incluso que Brasil manifestara su malestar a mediados de este año. En agosto la presidenta Dilma Rousseff le solicitó a Bruselas que “dejara de culpar” al Mercosur, porque la propuesta para avanzar está lista.
Las inversiones de Europa en el Mercosur totalizan actualmente 286.000 millones de euros (el equivalente a 370.000 millones de dólares), mientras que el comercio de bienes y servicios es de 125.000 millones de euros (u$s 162.000 millones).