El recuerdo perdurará hasta la eternidad en la memoria colectiva de los brasileños. 7 a 1. Un marcador que parecía sacado de alguna película de horror, y con el que Alemania humilló a la “Verdeamarela” en las semifinales de la Copa del Mundo. Y no de cualquier Mundial. De su Mundial.
Hace casi un año de aquel día en el estadio Mineirao en Belo Horizonte, y Brasil tiene la oportunidad de empezar a redimirse con su historia y afición en la Copa América, a partir de su debut de hoy, contra Perú, en Temuco. Neymar, que viene de una temporada de consagración con el Barcelona, llega en plena forma y con la responsabilidad de conducir a su equipo a la novena corona continental.
Por otra parte, consciente del favoritismo que recae sobre sus hombros, Colombia encarará hoy su primer partido ante una renovada Venezuela, disponiendo de armamento pesado con Falcao y James Rodríguez.
El debut del seleccionado cafetero, cuarto en el ránking de la FIFA, ha despertado grandes expectativas en suelo chileno, por lo que se espera un colmado estadio El Teniente, de la ciudad de Rancagua (87 km al sur de Santiago).
El DT José Pekerman sabe que lo vivido en Brasil-2014, donde Colombia alcanzó por primera vez los cuartos de final en Copas del Mundo, le dio al equipo un importante impulso para insertarse en la élite del fútbol, pero sostenerse en ese selecto grupo sólo se consigue con títulos.