Un total de 85 hinchas chilenos sin entradas fueron arrestados esta tarde después de tratar de ingresar por la fuerza al estadio Maracaná de Rio de Janeiro, donde Chile se enfrentó a España.
Los detenidos tienen un plazo de 72 horas para abandonar Brasil, informó una nota de la Policía Federal.
"La Policía Federal (...) notificará a los 85 individuos que deben dejar el país", dijo la nota.
"La acción tiene respaldo en el Estatuto del Extranjero. En caso de que no cumplan la notificación, los hinchas extranjeros estarán sujetos a la deportación sumaria por parte de la Policía Federal", añadió.
La Policía no se refirió a la nacionalidad de los detenidos pero una nota anterior de la secretaría de Seguridad del estado de Rio de Janeiro dijo que eran chilenos los hinchas que invadieron el Centro de Prensa.
Fue una acción "agresiva y orquestada", dijo la secretaría. Una hora antes del comienzo del partido entre España y Chile, entre 100 y 200 hinchas saltaron las vallas del estadio, dijeron agentes de seguridad.
De ellos, unos 35 consiguieron acceder a la sala de prensa, donde rompieron una puerta de vidrio. Después de varios minutos corriendo en estampida por la sala de prensa y los pasillos anexos, los agentes de seguridad consiguieron inmovilizar a los hinchas en el pasillo mientras llegaba la policía.
"Un grupo de personas sin entrada forzó de forma violenta la entrada al estadio, quebrando cercas y pasando por encima de la seguridad", dijo la FIFA en un comunicado, que estimó por su parte que los detenidos eran "por lo menos 85".
La FIFA precisó que los hinchas fueron contenidos por policías militares, no llegaron a las tribunas y que la situación fue rápidamente controlada.
Un agente de seguridad del estadio dijo no obstante a la AFP que, desde el centro de prensa, varioshinchas tomaron un túnel que va hasta la cancha y fueron alzados a las tribunas por otros fanáticos.
"De manera agresiva, hinchas invadieron el Centro de Prensa en el Maracaná buscando acceso al interior del centro deportivo", informó de su lado un comunicado del ministerio de Justicia.
"Las autoridades policiales competentes tomarán las providencias legales que correspondan", añadió la nota.
El ministerio dijo que la seguridad dentro del estadio está a cargo de guardias privados contratados por la FIFA y el Comité Organizador Local de la Copa, pero que aún así la policía militar intervino para contener la situación.
Danielle Figueiredo, una voluntaria brasileña en el centro de prensa, reveló que el incidente le dio "mucho miedo".
"Fue una invasión de hinchas chilenos que no tenían tickets. Querían entrar al centro de prensa y ver el partido gratis. Rompieron la puerta... creo que eran unos cien", comentó.
Miles de chilenos llegaron a Rio de Janeiro para alentar a su selección, muchos de ellos sin entradas. Los pases eran revendidos ilegalmente por hasta mil dólares, dijeron.
