En medio de la pandemia por el coronavirus, desde Brasil informaron que el estadio Maracaná de Río de Janeiro se convertirá en un hospital de campaña para tratar a enfermos.
El gobierno regional, encabezado por Wilson Witzel, espera que la instalación esté lista para recibir a pacientes en dos semanas, para cuando se espera un incremento del número de contagios por coronavirus en el país, donde ya se han registrado 57 muertos y 2.433 casos confirmados.
Con capacidad para unas 78.000 personas, el Maracaná es un símbolo en la historia del fútbol, fue sede de la final del Mundial de 2014 y el escenario de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2016. Fue también la sede de la Copa Mundo de 1950, testigo ese año del célebre Maracanazo y en 1969 del milésimo gol de Pelé.
Otros estadios de Brasil, como el Pacaembú de Sao Paulo, también abrirán sus puertas a los enfermos de Covid-19 de baja complejidad, con el fin de que los más graves puedan recibir atención sin problemas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de la red pública.
Otros clubes de fútbol, como el Corinthians, el Sao Paulo y el Santos han ofrecido también sus instalaciones para garantizar la atención médica ante esta pandemia global en caso de que sea necesario.