El gobierno brasileño concretó la compra de 36 cazabombarderos suecos Gripen, tras lograr reducir el costo financiero de la operación. La nueva tasa para el contrato a 25 años, con 8 de gracia, será de 2,19% (tasa comercial CIRR, usada en países de la OCDE) en lugar de 2,54%, como constaba en el contrato original, explicó el ministro de Defensa Jaques Wagner. “Vamos a entrar en el mundo de la tecnología avanzada. En los próximos diez días vamos a cerrar el acuerdo”, agregó.
Brasil anunció a fines de 2013 la compra de las 36 naves Gripen NG al fabricante sueco Saab en una licitación valorada en 4.500 millones de dólares.
Brasil recibirá la primera aeronave en 2019 y la última en 2024, en virtud de un acuerdo que incluye varios capítulos ligados a la transferencia de tecnología. De los 36 aviones, 15 se fabricarán en suelo brasileño.
Con la nueva compra, Brasil se mantiene al tope de las fuerzas militares de la región. La Fuerza Aérea brasileña sumará en 2024 un total de 268 aviones de combate, sumando los 36 Gripen a los F-5, AMX Ghilbi, Súper Tucanos, Mirage 2000 y A-4 Skyhawk II.
Los aviones suecos fueron escogidos en una licitación en la que también compitieron los Rafale de la empresa francesa Dassault y los FA-118 Súper Hornet de la estadounidense Boeing.
El Saab 39 Gripen, designado JAS 39 Gripen por la Fuerza Aérea Sueca, es un caza polivalente ligero, monomotor, desarrollado en los años 1980 por el consorcio de empresas suecas IG-JAS, liderado por la compañía aeroespacial Saab.
Su fin perseguía y consiguió equipar a la Fuerza Aérea de Suecia con un caza, un avión de ataque y un avión de reconocimiento aéreo. El Gripen es una aeronave casi de 5ta generación (4,5) superando al SU-30, aumentando su autonomía en 250 km. Tiene una longitud de 14 m y una envergadura de 8,41. Alcanza una velocidad máxima de 2.525 kilómetros por hora.