Brasil: acapara las preferencias del verano

Esta temporada las atractivas y variadas playas, la devaluación del real, y las promociones como las ofertas de vuelos, hacen que los argentinos viren la aguja hacia los destinos del vecino país. Las mejores playas y todos los precios.

Brasil: acapara las preferencias del verano

Brasil espera la concurrencia masiva de argentinos esta temporada y no es sólo cuestión de anhelos: las reservas lo confirman. La depreciación del real fue la que hizo mirar con mayor persistencia hacia el litoral del país vecino que ostenta nada más y nada menos que 8.000 km, con al menos 2.000 playas, para todas las preferencias y presupuestos.

Por estos días los vacacionantes hallan un tipo de cambio que los favorece en el destino, un dólar equivale a 3,85 reales. Si bien los vuelos no sufrieron modificaciones, sí la vida en las costas brasileñas, esto es alojamiento, comidas, excursiones, y traslados in situ.

Vale otra aclaración: por ahora la percepción del 35% sobre compras con tarjeta en moneda extranjera y servicios en el exterior contratados a través de agencias de viajes, sigue vigente, pero incluso así conviene viajar al país de la alegría.

Las promociones de aerolíneas, de páginas de venta en Internet y la mayor cantidad de vuelos hacia diversos puntos del amplio territorio verde amarelo, incrementaron las posibilidades de los que tenían el sueño de pisar sus arenas y, definitivamente, inclinaron la aguja hacia sus destinos.

Entre los más buscados, según agencias y mayoristas del país, están: Río de Janeiro, Buzios, Florianópolis, Salvador, Recife, Natal, Maceió, Porto Seguro, Santo André y Porto de Galinhas. También Jericoacoará, en Fortaleza, una delicia recién descubierta por los coterráneos.

Para muestra vale un botón. Entonces vamos con los ejemplos: paquetes que incluyen aéreos, hotel, traslados y asistencia al viajero, 7 noches en una posada de Buzios, con vuelo directo a Cabo Frío, cuesta $ 16.399 (18 cuotas de $ 899).

7 noches en un hotel con desayuno en Porto Seguro, con aéreos, sale $ 18.899 (18 cuotas de $ 1.049).

Natal: Vuelo con escalas desde Buenos Aires, 7 noches, desayuno, asistencia al viajero, desde $ 13.800. + impuestos y resolución AFIP. Las mismas condiciones para Porto de Galinhas, $ 13.400 y para Florianópolis, $ 10.700.

Ericácea, 7 días, aéreos, hospedaje, asistencia, desde $ 15.000. La misma propuesta para Praia do Forte, desde $ 21.000.

Otros viajeros prefieren armar su propio viaje adquiriendo vuelos por un lado y lugar de estadía por otro. Para ellos diremos que se encuentran departamentos en Río de Janeiro para 2, desde $ 475; para 4, desde $ 800.

En cuanto a los terrestres, en b us desde Mendoza hasta Camboriú y de regreso haciendo noche en Cataratas, durante enero, febrero y marzo, 15 días de viaje, 10 noches de alojamiento con desayuno desde $ 14.500.

En el caso de los aéreos, a Río desde $ 6.600; Florianópolis, partiendo de $ 6.200 y Salvador, desde $ 7.800.

10 playas que deslumbran

La elección muchas veces la lleva a cabo el bolsillo pero, para tener un panorama interesante de las playas para elegir, la comunidad de viajeros de TripAdvisor, señaló un top ten brasileño, que se puede tomar de referencia. Algo a tener en cuenta: obviamente arenas blancas y aguas cristalinas son el denominador común, pero la singularidad de la costa, como ser de difícil acceso, más solitarias y sin tanto servicio que abruma, es el eje de las arenas más votadas.

1. Bahía do Sancho en Fernando de Noronha. Un paraíso en medio del mar, esto ofrece una de las playas más lindas de Brasil, considerada además entre las más bellas del mundo. En el exclusivo archipiélago situado en el medio del océano Atlántico, a 545 km de Recife y 360 km de Natal, da pie a pispiar bajo el agua en sus arrecifes coralinos, snorkel, buceo, o a simple vista ya que la visibilidad del agua es como la del grifo. En el caso de Baia do Sancho, tiene la particularidad de que se llega en barco o por un sendero selvático que demanda bajar escaleras entre rocas gigantes y escalones de piedra en los paredones de los acantilados. El mar es turquesa, cálido, sin olas, con piscinas naturales, por algo es la primera. La isla principal -y la única habitada- cuenta con varias playas increíbles para hacer buceo o snorkel por la visibilidad de sus aguas y la variedad de la fauna marina.

2. Praia Lopes Mendes en Ilha Grande. En el Estado de Río de Janeiro, Ilha Grande es la mayor de las 365 islas que integran el bello municipio de Angra dos Reis. Allí, Lopes Mendes ofrece unos 3 kilómetros de explanada blanca, que acaricia los pies mientras las olas son propicias para practicar surf, por el buen recorrido de sus ondas. Con poca profundidad, cálido y una variedad de tonalidades verdes y azules impactantes, el lugar es excelente para descansar. Además, la playa cuenta con un río de agua dulce y mucha sombra natural bajo las ramas de sus típicas "amendoeiras", y es un paisaje cinematográfico donde se realizan caminatas por senderos entre la selva, se visita una antigua capilla y se puede andar en bicicleta por la playa porque la arena -suena paradójico- es tan fina que resulta dura.

3. Praia dos Carneiros, Pernambuco. Hay quienes dicen que su nombre se debe a las olas, pequeñas y de espuma blanca, que se forman a lo lejos cuando golpean contra las barreras de coral y parecen ovejas (en portugués, carneiros). A casi 50 kilómetros de la famosa y convocante Porto de Galinhas, también en el Estado de Pernambuco, Praia dos Carneiros es un secreto a voces. Si bien el acceso no es fácil y la infraestructura es escasa, una vez que se llega todo se olvida: la arena es muy fina y blanca, el agua es tibia y turquesa, las palmeras flaquean sus 6 kilómetros de costa -bordeada, a su vez, por los ríos Formoso y Arikindá- y aparecen las piscinas naturales cuando la marea se retira. Para hacer snorkel y ser feliz.

4. Praia do Forno en Arraial do Cabo. En una pequeña ensenada con tonos rojizos, esta playa también tiene aguas súper claras y piscinas naturales que son ideales para el buceo y el snorkel. Rodeada por grutas, Praia do Forno es tranquila, solitaria, pequeña y semi-salvaje. En esta zona de Buzios, en el Estado de Río de Janeiro, el mar se va calentando a medida que llegan las corrientes cálidas, dando el nombre a la playa. Hay que aclarar que no es de fácil acceso.

5. Baia dos Golfinhos (Pipa). Con saltos y acrobacias marinas, los dueños de la playa son los delfines. Esta bahía queda en el Nordeste brasileño, en el Estado de Río Grande do Norte. El entorno es agreste, con altos paredones vestidos de verde y un oleaje suave que llega a la orilla dorada. Silenciosa, con poca gente y la infraestructura mínima para olvidarse de todo al sol -hay alquiler de sombrillas, reposeras y kayaks-, la playa es una invitación a disfrutar de la naturaleza en estado puro.

6. Praia de Grumari (Río de Janeiro). Ofrece 2,5 kilómetros de tranquilidad en la región de la Barra da Tijuca, en el oeste de la "cidade maravilhosa", y forma parte de una reserva ambiental junto con Prainha (el reducto de los surfistas cariocas). Aspecto agreste, mucho verde y aguas transparentes, son las características salientes de una playa que permanece oculta tras la mata atlántica y sin locales comerciales a la vista. Alejada del turismo masivo.

7. Galés (Maragogi). A sólo 6 kilómetros de la costa, cerca de la famosa Maragogi, en el Estado de Alagoas, se encuentra uno de los mayores arrecifes de corales del mundo. Ello constituye la razón casi excluyente para visitar las piscinas naturales de Galés, formadas mar adentro y convertidas en uno de los destinos favoritos de los buceadores. Se trata de una opción marítima cien por ciento.

8. Praia do Rosa (Santa Catarina). Comenzó como un secreto, pero terminó siendo una de las playas más buscadas del Estado de Santa Catarina, a 80 kilómetros de Florianópolis. Morros de vegetación apretada, lagunas escondidas y un centenar de posadas en lo alto, donde prima la conciencia ambiental. Es una playa turística y, en el verano -es que en el sur de Brasil no hace calor durante todo el año- llega bastante gente, pero su centro de pocas cuadras intenta preservar su espíritu de pueblo y descarta la euforia de otros balnearios.

9. Prainha (Río de Janeiro). También en Río, comparte con Grumari el Parque Ecológico Municipal Prainha, pero cuenta con mejores olas para los apasionados por el surf y los deportes náuticos en general. Ha logrado un equilibrio entre su completa infraestructura turística y su abundante vegetación, que se conserva casi intacta. Como su nombre lo adelanta, es una playa pequeña y está rodeada de montañas. 

10. Praia do Farol (Arraial do Cabo). Se encuentra en la isla de Cabo Frío, cerca de Buzios. Apenas separada del continente, solamente se puede acceder en una embarcación después de un viaje de poco más de media hora. Cercada por dunas bajas, la playa convoca a pescadores y expertos en buceo. Paz, arena blanca y aguas cristalinas.

(Fuente: TripAdvisor, CC)

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