El sector petrolero de Brasil entró hoy en una huelga de tres días en reclamo por el aumento de los precios de los combustibles y se sumó con ello a un paro de los camioneros, que paralizan al país desde hace diez días.
"Los trabajadores del sistema Petrobras entran en huelga por 72 horas", señaló la Federación Única de Petroleros (FUP) en un comunicado.
El anuncio llegó justo cuando la huelga de los transportistas empezaba a perder fuerza y el suministro de bienes volvía a funcionar poco a poco desde el lunes, después de que el presidente Michel Temer hiciera varias concesiones al sector en la noche del domingo.
El paro de camioneros generó una crisis de abastecimiento en varios estado del gigante sudamericano en los últimos días, en los que gasolineras, fábricas y mercados se quedaron sin provisiones.
"Los petroleros exigen la reducción de los precios del gas de cocina y de los combustibles, a través de mudanzas inmediatas en las políticas de reajuste de derivados de Petrobras", señaló hoy la FUP, un gremio que reúne a 13 sindicatos del poderoso sector petrolero.
En el centro de los reclamos de transportistas y petrolero está la política de precios del gigante estatal Petrobras, que reajusta constantemente las tarifas de los combustibles de acuerdo a las oscilaciones del mercado internacional del petróleo.
Esa política condujo a un aumento constante de los precios en el mercado interno en 2018. Sólo en mayo, el precio de la gasolina subió un 12 por ciento y el del diésel un 9,3 por ciento, según cálculos de la estatal Agencia Brasil.
"La escalada de los precios de los combustibles a niveles jamás visto en el país es consecuencia del desmonte hecho por el actual presidente de Petrobras, Pedro Parente, al administrar la empresa para atender los intereses del mercado", reclamó la FUP.
La cuestionada política de precios entró en vigor a mediados de 2017. Petrobras, una de las empresas más poderosas de Brasil, volvió recientemente a registrar ganancias después de verse envuelta en un gigantesco escándalo de corrupción política.
En una entrevista con la emisora TV Brasil en la noche del martes, Temer sugirió que su Gobierno podría estar dispuesto a revisar el sistema de precios de Petrobras.
"No queremos alterar la política de Petrobras. Podemos reexaminarla, pero con mucho cuidado", afirmó el presidente.
La huelga de transportistas iniciada el lunes 21 de mayo generó el caos por todo el país en la última semana debido a los bloqueos de carreteras y refinerías.
Varios aeropuertos activaron planes de contingencia tras quedarse sin combustible por todo el país y muchas fábricas, sobre todo en la metrópoli industrial Sao Paulo, tuvieron que suspender sus actividades por la falta de suministro.
En Río de Janeiro y otras ciudades, muchos mercados se quedaron sin frutas y verduras frescas. También el transporte público se vio afectado.
Después de que Temer anunciara una rebaja durante dos meses de los precios de la gasolina y el diésel en la noche del domingo, muchos camioneros suspendieron la huelga el lunes, aunque varios mantuvieron los bloqueos y el paro por varias partes del país. Las protestas continuaban a menor escala en 13 estados brasileños, según el portal "Globo".