Cuando se supo que Brasil era sede de la Copa del Mundo 2014, hace varios abriles, todos se anotaron en la partida. Incluso hasta hace poco menos de un año entusiastas de todas las edades ya se veían en las gradas de los nuevos o remodelados estadios; estaban los que irían más allá de conseguir o no entradas pues consideraban que la cercanía del país constituía una oportunidad única.
Es más, potenciales compradores de colectivos, combis, camionetas y otros vehículos en los que entrara el grupo de amigos hacía planes y se veía alentando a la selección. Pero que iban, ¡iban!, hasta en bici, como los alocados mexicanos que iniciaron el periplo en diciembre y estarán en tierras brasileñas justo a tiempo para el primer pitazo.
La cosa se complicó para los argentinos a fines de 2013 con el incremento al 35% de la percepción de la AFIP, y ni qué decir con la devaluación de la moneda en enero, más la inflación y la tristeza de caer en la cuenta que los pesos argentinos tienen un valor muy por debajo de las aspiraciones de los fanáticos de la albiceleste. A esto se sumaron las presunciones que el incremento respecto a la copa del mundo anterior, sería de un 60%. Entre tanto las agencias no daban a conocer números ni paquetes, había sólo algún tímido esbozo de que el viaje iba a ser más oneroso de lo esperado.
Con el correr de los días en la inevitable cuenta regresiva a la oportunidad de ver a Messi alzar la copa, ahora las promociones -no de venta de paquetes- sino de concursos de cuanta marca auto definida sponsor oficial de la selección comenzaron a aparecer, y con ellas el fuego de la pasión futbolera se reanimó. Es que desde bancos, pasando por desodorantes, gaseosas, casas de electrodomésticos y tanto más, sugieren la posibilidad de salir sorteados y darse el gusto de ir a la Copa FIFA 2014 con el azar a favor.
Las ilusiones se acrecientan. La realidad es que muchas operadoras y agencias locales ni siquiera tienen al mundial entre sus productos, prefieren dedicar tiempo y esfuerzo a otros destinos "más accesibles" a los clientes. Desde Empretur señalan que el itinerario mundial está totalmente fuera de su oferta de servicios como operadores y mayoristas.
"Lo que les puedo comentar es que los precios que hemos vistos son impagables. Además tengo varios amigos que viajaban por su cuenta pero desistieron al final ya que llevan varios meses tratando de conseguir entradas y se estima que las que se puedan adquirir allá tendrán precios exorbitantes" explica Arturo Cortez.
¿Será para tanto? piensa el distraído que agranda los ojos al enterarse que los paquetes promedian por los primeros 3 partidos entre U$S 15 mil y U$S 18 mil.
Javier Agrelo, presidente de la Asociación Mendocina de Agencias de Viajes y titular de Mendoza Vista Viajes y Turismo, comentó que ha recibido consultas, incluso para hacer el viaje contratando transporte y hotel. Pero la dificultad a la hora de conseguir entradas frena esas aspiraciones. En cuanto a la comercialización de paquetes dice que la venta desde Mendoza fue escasa.
Agrega que lo que se promociona con fuerza desde Buenos Aires –y que obviamente puede contratarse aquí- es el Game Day, día de juego. Por unos $ 46.300, los mendocinos pueden darse el lujito de ver al equipo de Sabella contra cualquiera de los tres primeros contrincantes: Bosnia, Irán y Nigeria. El viaje relámpago incluye: el pasaje aéreo, los traslados al campo de juego y la entrada al estadio.
Se puede pagar en 10 cuotas de $ 4.630 (incluyen las retenciones del 35% que impuso la AFIP a los viajeros argentinos que salen al exterior). Otra alternativa es viajar al destino donde se juega el partido, pero sin la entrada. Para ellos el costo total es de $ 32.988 pesos. Si usted está leyendo y se encuentra con la mandíbula desencajada, acomódese que hay más data.
Si bien la mayoría de las agencias locales no disponen de gran oferta de paquetes para el mundial, cabe señalar que cualquier mendocino pueden disponer de tarifas, programas, planes de pago, etc, en la agencia de su confianza ya que los operadores nacionales ofrecen los mismos productos a todos los oferentes del interior.
Retomemos, como decíamos los programas de un partido, viaje Express van desde los $ 33.000 a los $ 47.000. Pero también hay opciones por un partido pero por 7 días de estadía como para vivir la experiencia de una copa más allá de los encuentros deportivos, los valores rondan los $ 70.000 y $ 85.000 según el alojamiento y régimen de comida y traslados.
En tanto, un game de octavos de final, con 5 noches en Río de Janeiro y todos los servicios de traslado se ofrece por $ 85.000. Si hablamos de los tres encuentros de la primera fase, dos semanas, traslado, comidas y aéreos los precios van desde U$S 13.000 a US$ 15.000.
Los que van y allá verán
Sin embargo, hay que decirlo, hay muchos fanáticos de la selección que se irán con lo puesto, o al menos así lo afirman por estos días. Hay agraciados que consiguieron entradas en los sorteos y es con lo único que cuentan, “allá veremos” dicen. Están también los que piensan ir por su cuenta aún sin entradas, algunos pretenden adquirirlas allá, otros solo quieren vivir el clima mundialista que no podría tener mejor anfitrión que el grandioso territorio brasileño. Estos casos se multiplican en toda la extensión nacional y en Latinoamérica donde cada peso de la moneda nacional cuesta un Perú.
El Instituto Brasileño de Turismo (Embratur) espera a unos 600.000 visitantes extranjeros, además del movimiento interno de aproximadamente 3 millones de brasileños.
Conocedores de que los apasionados seguidores de las selecciones nacionales de todo el mundo no dejarán pasar la oportunidad de visitar Brasil, recomiendan que viajen con las entradas y las reservas de alojamiento y transporte interno. Claro también saben -como los prestadores- que serán numerosos los que arriben sin previsión alguna, y allí no habrá control de tarifas posible.
Por las condiciones geográficas del vecino país los hinchas sueñan con dormir en la playa, en el auto o en cualquier lugar, el tema es llegar. Ante esto se recomienda utilizar alguno de los hospedajes alternativos -hostels, casas o habitaciones en alquiler, moteles- que son más económicos y que resguardan además del orden, la integridad de los participantes.
Ya se sabe que muchos estarán en las calles para los encuentros de fútbol, esos que no consiguieron tickets y que verán la presentación de su equipo en pantallas gigantes que cada sede dispondrá en espacios abiertos. Por ello no hace falta más gente dando vueltas sin sitio para pernoctar.
Si usted pregunta sobre gasto promedio las variaciones son tan amplias que no arriesgaremos números, pero como muy económico vaya anotando entre U$S 150 y U$S 250 diarios sin traslados ni entradas y el número irá in crescendo según el alojamiento.