A veces, el proceso resulta algo molesto e incómodo para los más pequeños, pero se puede aliviar si llevamos a cabo ciertas recomendaciones.
Los especialistas aconsejan que la primera visita al odontólogo sea a partir de los 2 años o con la salida del primer diente. A partir de allí, se llevará a cabo un control constante sobre la salida de los dientes permanentes y, unos años después, se determinará si el paciente necesita realizar un tratamiento de ortodoncia.
¿Para qué sirve la ortodoncia?
Un tratamiento ortodóntico permite corregir desde chicos distintos problemas de la dentadura como: apiñamiento (cuando los dientes están mal alineados o en un lugar inadecuado), sobremordida (se da cuando los dientes superiores ocultan a los inferiores), mordida abierta (cuando los incisivos superiores e inferiores no se tocan), espacios dentales (aparecen si falta algún diente, si los dientes son muy pequeños o si el arco dental es muy ancho) o mordida cruzada (cuando los dientes superiores encajan por dentro de los inferiores).
¿Qué tipos de tratamientos de ortodoncia hay?
Fijos: con brackets, que pueden ser de dos tipos de materiales, los metálicos o de porcelana. Además, el bracket tiene dos tipos de colocación, en la parte externa o en la interna.
Removibles: se utilizan placas plásticas, más conocidas como alineadores invisibles, que se cambian cada dos semanas.
¿Cuánto tiempo tendría que usar los aparatos?
La duración del tratamiento depende de qué tan desalineados estén los dientes, por lo que varía entre 6 y 30 meses, según cada caso.
¿Cómo cuidamos los dientes durante el tratamiento?
Para una correcta salud bucal, lo más importante es visitar regularmente al dentista para controlar las piezas dentarias y las encías. En este sentido, y para hacer más llevadera esta experiencia a futuro, es fundamental que los niños se acostumbren desde temprana edad a acudir al odontólogo. Una práctica recomendable puede ser que los pequeños acompañen a sus papás a las consultas con el dentista, así podrán conocer por adelantado el espacio y a los profesionales.
Es imprescindible evitar que los más chicos consuman alimentos muy duros como caramelos o chupetines, ya que pueden deformar el alambre o mover los brackets de lugar.
Además, es muy importante que usen un cepillo de dientes especial para ortodoncia por su corte en “V” y aprendan a cepillarse los dientes después de cada comida, incluyendo la lengua y el paladar. Esta limpieza es necesaria complementarla con una limpieza entre los dientes, a realizarse por ejemplo con cepillos interdentales o un hilo dental para ortodoncia, diseñados especialmente para esta situación y muy fáciles de usar para cualquier edad.
Por último, se puede colocar una cera ortodóntica especial para prevenir aftas o úlceras bucales. De todos modos, en caso de que se produzcan estas lastimaduras, existe un gel que alivia las molestias de forma inmediata. Sólo hay que colocárselo sobre las zonas afectadas y dejar que actúe.
Fuente: Sunstar GUM Américas