¿Qué significa ser argentino? ¿Es cierto que somos los mejores del mundo? ¿O es cierto que somos los peores? ¿Por qué razón nos consolamos diciendo que somos los más inexplicables?
A todo esto: el mentado ser nacional, ¿existe o es solo un sueño? Rodolfo Braceli se mete de lleno en una de las dos grandes pasiones argentinas (hablar de nosotros; la otra es que hablen de nosotros) y afronta esas y otras cruciales preguntas.
Y para hacerlo, además de un personal ensayo de apertura, recurre a sus conversaciones con una veintena de grandes personajes de la Argentina: los elige porque representan células de nuestra identidad.
En el revelador libro “Células de Identidad”, el lector se encontrará, entre otros, con Favio y su implacable ternura, la Sarli tan vestida por su candor, Maradona y Charly y Piazzolla con sus desmesuras, Sandro tallando cada día su idolatría,
Gelman destripando palabras, el Flaco Spinetta desnucando límites, la Negra Sosa con su paradoja: venerada por multitudes pero tan sola, Alberto Olmedo jugando en la cornisa y soñando su final, Amalia Fortabat haciendo de reina o algo así, el Negro Fontanarrosa confesando su inconfesable crimen, Alicia Moreau noviando con el futuro.
Rodolfo Braceli nació en Luján de Cuyo, Mendoza. Desde 1970, vive y trabaja en Buenos Aires (entre 1975 y 1980 estuvo impedido de hacerlo en medios argentinos).
Poeta, dramaturgo, narrador, ensayista y periodista. Trabajó en Los Andes antes de radicarse en Buenos Aires. Ha escrito los goles “Perfume de gol”; “Escritores descalzos”; “Querido enemigo” y las biografías de Julio Bocca y Mercedes Sosa. En 1996 ganó el Pléyade por su entrevista a García Márquez.