Bracamonte... vos sos un gordo bueno

El lasherino tomó el testigo de don Paco Bermúdez y forjó una nueva generación de campeones mundiales: Chacón, Reveco, Barros.

Bracamonte... vos sos un gordo bueno
Bracamonte... vos sos un gordo bueno

"Siempre les digo que tienen que entrenarse y estar tranquilos, confiar y escuchar al rincón. Y arriba del ring se ve qué se hace en el gimnasio", solía repetir de manera constante Ricardo Bracamonte cada vez que alguno de sus pupilos tenía enfrente un compromiso de trascendencia.

"El Gordo", o El Braca, como la mayoría le decía al maestro, había nacido el 6 de octubre de 1946, en Las Heras, y falleció a los 69 años. Vivió de cerca, muy de cerca, parte de las décadas doradas de nuestro boxeo.

Y las vivió al lado de su gran maestro, don Paco Bermúdez, para la mayoría el gran maestro del pugilato mendocino. Fue boxeador, aunque la responsabilidad familiar le tiraba y entonces se inclinó por la enseñanza.

Don Paco lo guió y le hizo formarse como técnico, profesión a la que comenzó a aferrarse allá a fines de 1988. "Yo lo ayudaba a don Paco a entrenar a los muchachos que estaban en su gimnasio, eran grandes boxeadores", contaba alguna vez con la sonrisa sumisa entre labios que lo caracterizaba.

Tuvo grandes pupilos a los que moldeó, pero está demás decir que la gran obra del Braca, sin dudas, fue Pablo Julio Chacón, medallista olímpico de Atlanta 96 y campeón mundial pluma de la Organización (OMB).

Si bien entrenaba algunos pibes en el histórico Mocoroa Boxing Club de la calle Estrada de ciudad, de don Paco, su primer gran pupilo fue Pablo Chacón, quien llegó en carretela en abril de 1989 a la vida del Profe.

Ese 13 de abril, el hombre de mirada cansina y palabras apacibles, comenzó a edificar su historia y estampar su nombre en nuestro pugilismo. En el plano nacional, muchas veces lo ignoraron y si bien el boxeo es un deportes de "piñas", el hombre prefería la palabra y la serenidad frente a los conflictos.

Formó muchos chicos en los gimnasios de Las Heras, a tres de ellos los hizo brillar: Pablo Chacón, Juan Carlos Reveco y Jonathan Barros.

Un gran docente.

Nació el 6 de octubre de 1946 y se formó bajo el ala de don Paco Bermúdez, de quien continuó la clásica escuela del boxeo mendocino. A mediados de 1988 comenzó su etapa como formador.

Su familia.

Formó familia con Nilda Montes de Oca. Con ella vivió un romance de 47 años. Del matrimonio que formó con “Yuyito”, así le decía Braca a su esposa, nacieron sus cuatro hijos: Daniela, Héctor, Natalia y Mariano.

El hacedor de campeones.

Su primer gran pupilo fue Pablo Chacón, quien llegó hasta el gimnasio Mocoroa en 1989. Condujo al lasherino hasta el título mundial, el 16 de junio de 2001, cuando venció a Istvan Kovacs. En junio de 2007 dirigió a Reveco, que se consagró campeón mundial minimosca, y en 2010 a Jonathan Barros en el cinturón pluma.

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