El ucraniano Vladimir Klitschko conservó sus títulos FIB-AMB-OMB de los pesos pesados al derrotar al búlgaro Kubrat Pulev por KO en el quinto asalto, este sábado en Hamburgo.
A sus 38 años, Klitschko, invicto desde 2006, totaliza ahora 63 victorias, 54 de ellas antes del límite, por 3 derrotas. Con esta decimoséptima defensa de títulos, el ucraniano dio un paso adelante hacia el récord de la categoría reina (25), en poder del estadounidense Joe Louis.
El ucraniano dio una verdadera demostración, enviando a su rival al tapiz dos veces, en el primer asalto y luego en el tercero, antes de concluir tras 2 minutos y 11 segundos en el quinto.
"Doy las gracias a Hamburgo, esta ciudad donde debuté hace 18 años", señaló el campeón, dedicando la victoria en ucraniano a sus compatriotas "que viven horas difíciles", teniendo a su espalda a su hermano mayor Vitali, excampeón del CMB y actual alcalde de Kiev.
Invicto en 20 combates, Pulev se presentaba como el más duro desafío de Klitschko desde el británico David Haye, al que el campeón había quitado el cinturón AMB, tras 12 asaltos, en julio de 2011.
Pero más allá de la potencia, el ucraniano mostró que tenía el corazón que había puesto en duda el aspirante unos días antes tratando al campeón de "nena".
Tras un inicio de combate digno de una pelea callejera, Klitschko castigó a su rival golpe tras golpe, derribándolo.
El búlgaro tomaba un poco de distancia pero era de nuevo alcanzado con un zurdazo para ir al tapiz y regresar a su esquina con un corte en el ojo izquierdo.
Doctor Puño de Acero
El apoyo de una fuerte presencia búlgara no pudo evitar una tercera caída de Pulev, en el quinto asalto, con un golpe con la izquierda, digna del apodo de un campeón llamado Klitschko: "Doctor Puño de Acero".
"Fue difícil colocar ese golpe de izquierda, ya que Pulev se mantenía a distancia. Pero al final, funcionó", celebró el campeón tras su victoria.
"Me siento muy bien", aseguró, por su parte, el búlgaro de 33 años, con una bolsa de hielo colocada sobre la parte izquierda del pómulo, seriamente hinchada.
"Klitschko es bueno, pero también ha tenido suerte. Habrá una revancha y esa vez ganaré yo", aseguró el boxeador nacido en Sofía, tras su primera derrota en 21 combates.
Fiel a su costumbre, el estadounidense Shannon Briggs, excampeón de la categoría, estaba presente al borde del ring para lanzar y gritar sus provocaciones al pequeño de los hermanos Klitschko.