En un duelo entre cordobeses de origen, Julián Aristule retuvo el titulo argentino y el latino supergallo OMB al batir claramente por puntos en un absurdo fallo mayoritario a Alan Luques Castillo, más allá de que la pelea fue de un nivel paupérrimo.
En el Club Sportivo América de Rosario, el jurado determinó la victoria de Aristule (55,300 kilogramos) por 96-94, 96-94 y 94-96.
Aun sustentando su especulativa producción en el contraataque, el doble campeón fue el dominador de las acciones durante los diez rounds e inclusive el árbitro Jorge Basile consideró válida la caída que le provocó a su adversario sobre el epílogo del combate, por lo que las tarjetas lo que dejan más en evidencia es la disconformidad que generó lo observado.
De ninguna manera se apreció que en algún pasaje quedara justificado cada uno de los cinturones que estaban en juego y menos aún el noveno lugar en el ranking mundial que ocupaba ya antes de la contienda el zurdo Aristule.
"Chispita" prevaleció porque fue el más claro, el más inteligente y efectivo, dado que se movió en forma constante, fue inalcanzable para su retador y replicó con criterio económico, pero suficiente, como para imponerse en cada episodio.
Lo de Luques Castillo (54,900 kilogramos) nunca pasó de una sana intención de apoderarse de la iniciativa, por lo que se limitó a avanzar de un modo intrascendente, carente de decisión y convicciones.
Debido al magro aporte de los protagonistas, el enfrentamiento se tornó monótono y aburrido, como para que se lo tenga en cuenta entre lo peor de lo visto en una pelea de fondo en el boxeo argentino en lo que va de 2016.
El vencedor, que se halla radicado en Pergamino y tiene 33 años, quedó con un récord compuesto por 32 victorias, la mitad de ellas logradas por nocaut, y seis reveses.
En cuanto al nacido en Laboulaye, de 25 años, pasó a tener un palmarés al que le dan forma 18 éxitos, ocho de ellos expeditivos, y cinco derrotas.