Boudou pasó a la historia: es el primer ex vice que va preso

El segundo de Cristina desde 2011 a 2015 está acusado de lavado de dinero y asociación ilícita para justificar un enriquecimiento ilícita.

Boudou pasó a la historia: es el primer ex vice que va preso
Boudou pasó a la historia: es el primer ex vice que va preso

Amado Boudou se convirtió en el primer ex vicepresidente de la historia argentina en quedar preso por una causa de corrupción.

La Prefectura Naval lo buscó ayer a las 7 de la mañana en su departamento del barrio porteño de Puerto Madero, donde tiene jurisdicción esa fuerza de seguridad.

Descalzo, despeinado y en remera y joguineta, el ex compañero de fórmula de Cristina de Kirchner escuchó el acta de la detención dispuesta por el juez federal Ariel Lijo por supuesto enriquecimiento ilícito. Después pasó la noche en el penal de Ezeiza.

En esa cárcel también están presos los ex secretarios de Control de Gestión, Roberto Baratta; de Obras Públicas, José López, y de Transporte, Ricardo Jaime, entre otros funcionarios kirchneristas.

El jefe de los tres mencionados estuvo hasta ayer en el hospital del mismo complejo, pero fue trasladado por la tarde al penal de Marcos Paz.

Boudou está denunciado en diversos casos de corrupción. Inclusive afronta un juicio oral y público por la causa Ciccone. En esta ocasión fue detenido por una investigación por enriquecimiento ilícito en que está acusado de haber incurrido en los delitos de asociación ilícita y lavado de dinero.

Lijo sospecha que el ex vicepresidente y su socio y presunto testaferro, José María Núñez Carmona -quien también fue detenido ayer- “pusieron en circulación en el mercado legal” sumas millonarias no declaradas y de origen ilícito a través de un blanqueo estipulado por una ley “a los fines de disimular la fuente real de los fondos”, y de ingresarlas posteriormente “al grupo societario que compartían” ambos.

Boudou supuestamente realizó otras dos maniobras de blanqueo, una de ellas junto a su pareja de entonces, la periodista Agustina Kämpfer, a nombre de quien puso un departamento que había comprado.

En Comodoro Py, adonde llegó esposado y con chaleco antibalas, Boudou recusó al juez Lijo. “El juez a cargo de este juzgado ha perdido objetividad y la imparcialidad que es necesaria para llevar adelante tan importante magistratura”, sostuvo para fundamentar ese planteo.

También pidió la nulidad de su detención y en su declaración se limitó a desligar de la investigación a Kämpfer, a quien el juez citó a declaración indagatoria para el próximo miércoles 8.

Anoche, se conoció que el juez Lijo rechazó la excarcelación de Boudou, por lo que esa resolución quedará ahora en manos de la Cámara Federal porteña. El magistrado tomó la misma decisión en el caso de Núñez Carmona.

Según la causa, el monto total de lavado de dinero que se les atribuye a Boudou y Núñez Carmona asciende a 1,2 millón de dólares.
"Qué lindo"

Boudou fue a la cárcel a días de cumplir seis años de su asunción como vicepresidente de la Nación, en el segundo mandato presidencial de Cristina Kirchner.

“No saben lo lindo que es tener vicepresidente. ¡Estoy tan contenta!”, dijo la ex mandataria tras ser consagrada en la primera vuelta electoral con el 54% de los votos.

La ex presidenta peronista eligió de compañero de fórmula a Boudou después de que en su primer mandato mantuviera una pésima relación con su anterior vicepresidente, el radical Julio Cobos, de quien se distanció luego de que en 2008 definiera a favor del campo la votación empatada en el Senado por la resolución 125 de retenciones móviles para los cereales.

Boudou, de 54 años, llegó a la vicepresidencia tras haber sido ministro de Economía de 2009 a 2011, lapso durante el cual dispuso la estatización de las AFJP. Previamente se había desempeñado como director de la Anses, cargo en el que sucedió al ahora líder del Frente Renovador, Sergio Massa, alejado formalmente del kirchnerismo desde abril de 2013.

Como vicepresidente, Boudou tuvo poca tranquilidad: a meses de asumir se lo involucró en el caso Ciccone y desde entonces en los tribunales empezaron a presentarse diversas denuncias de corrupción en su contra.

Su rol como presidente del Senado se vio completamente desdibujado y la oposición, entre ellos la actual vicegobernadora de Mendoza y entonces senadora Laura Montero, pretendía que no condujera las sesiones porque a su criterio debía rendir cuentas ante la Justicia.

En lo político dejó de aparecer en los actos presidenciales y, aunque Cristina Kirchner nunca le soltó la mano pese a su situación judicial, se convirtió en un emblema de la corrupción gubernamental.

Apodado Emé (por Aimeé, que en francés significa Amado), Boudou inició su carrera política en la Ucedé, el partido liberal conservador fundado por Álvaro Alsogaray.

De aquellos tiempos se conocía con Massa y también con Ricardo Echegaray, ex titular de la AFIP durante  el kirchnerismo, con quien compartió en Mar del Plata la militancia universitaria en Upau. Sus caminos parecen cruzarse inexorablemente otra vez en la causa Ciccone.

Cristina acusó a Macri de perseguirla

“En Argentina, el Gobierno del presidente Macri está utilizando al Poder Judicial para perseguir a los dirigentes opositores”. Con este fuerte párrafo, empieza el comunicado que la oficina de prensa de Cristina Fernández distribuyó ayer al mediodía, cuando la detención de Boudou era la noticia del día desde horas tempranas.

La secuencia judicial ocurrida en las dos últimas semanas motivó el pronunciamiento público de Cristina Fernández. Primero fue detenido Roberto Baratta (segundo en el ministerio de Planificación Federal del kirchnerismo), siguió Julio De Vido y ayer fue el turno del ex vicepresidente.

El silencio de la ex presidenta cuando fue detenido quien fuera doce años ministro de Planificación Federal motivó una carta con reproches (y mensajes implícitos) de parte de De Vido.

“En el día de hoy el juez federal Ariel Lijo ha ordenado la detención del ex vicepresidente, Amado Boudou, por un posible 'entorpecimiento' a la Justicia”, dijo ayer Cristina.

Recordó que Lijo investiga “la causa del Correo Argentino, en la cual está imputado el actual presidente de la República, Mauricio Macri, y su familia, como dueños de la empresa Socma, que tiene una deuda de 70.000 millones de pesos con el Correo Argentino que el propio jefe de Estado intentó auto perdonarse”.

Cristina Fernández también citó que el Presidente “está imputado” en la causa del Correo Argentino “por administración fraudulenta y negociaciones incompatibles con la función pública”.

“En este punto es claro que la actual situación procesal del presidente Mauricio Macri, en cuanto a la posibilidad de obstrucción de la Justicia en causa propia es infinitamente más grave, por cierta, concreta y efectiva, que la del ex vicepresidente”, argumentó Cristina Fernández.

Para el kirchnerismo, las detenciones en cascada a las que califican de "persecución judicial" apuntan a "atemorizar a los dirigentes de la oposición para que sean sumisos ante la segunda fase del ajuste que se busca implementar". / Horacio Aizpeolea

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