Son tan encantadores como diversos y versátiles en colores y formas. Los pequeños árboles llamados bonsáis son ejemplares tan requeridos como delicados a la hora de su cultivo, mantenimiento y cuidado.
En términos generales, el objetivo final de los mismos es crear una representación miniaturizada (pero realista) de una parte de la naturaleza, concretamente un árbol. Para quienes no lo sepan: no son plantas genéticamente enanas; de hecho, cualquier especie arbórea puede ser usada para formar uno de estos bellos bonsáis.
Como una manera de saber más sobre este universo creativo, Estilo dialogó con la voz experta y autorizada del ingeniero agrónomo Ángel Humberto Fernández, de Vivero Jardín El Aljibe (Pascual Segura 1898, Godoy Cruz).
Un profesional en el tema, que estuvo dos veces en Japón para especializarse. En esta última ocasión asistió a la Escuela Internacional de Bonsái en aquel país. Allí estudió más sobre estos fabulosos ejemplares y el arte de su cultivo.
En esta nota, el profesional sugiere seis tipos diferentes de bonsáis para tener dentro y fuera de casa, con los mejores tips para cuidarlos.
Esos pequeños amigos
“No es complejo tener este tipo de arbolitos en casa. Sólo lleva un poco más de atención que cualquier otra planta del hogar. Como se cultiva en maceta pequeña, se tiene que tener la precaución de que el agua no le falte, y de que la maceta cuente con la tierra preparada (en el vivero) especial para bonsái. Lo ideal es venir al vivero, ya que estamos capacitados para el asesoramiento y cuidado del bonsái.
Hay mucha gente que compra en cualquier lugar estos ejemplares y lo primero que hacen es colocarlo dentro de la casa, cuando en realidad hay que tener un asesoramiento específico de si esa planta puede ir al exterior o es de interior. Por ello, cuando la gente viene aquí le preguntamos en qué lugar tendría al bonsái, para de esa manera sugerirle cuáles son las plantas adecuadas para el lugar que desea”, cuenta Fernández.
Algunas sugerencias
El experto sugiere algunas opciones de bonsái para interior:
1. El ficus
Anda muy bien, ya que es una de las plantas que más se adapta al interior. También el bonsái osteomeles.
2. El ombú:
Es generoso para adaptarse muy bien al interior del hogar, además de ser muy vistoso.
- Cuidados: "Es fundamental que el lugar en donde estén situados tenga muy buena luz, ya sea cerca de una ventana o un lugar muy bien iluminado.
Otro punto de cuidado es que la tierra esté siempre húmeda. El riego dependerá de la época, ya que en pleno invierno seguramente necesitarán que se los riegue cada día por medio o cada dos días, y en pleno verano, todos los días, incluso a veces dos veces por día. Hay que tener mucho cuidado porque a veces las personas los riegan y creen que ese riego va a durar dos o tres días, y no es así.
Hay que observar la tierra y tantear la humedad de la misma, ya que el bonsái tiene maceta pequeña, lo que va a generar que la tierra se seque más rápido. Algo que se da tanto por absorción de la planta como transpiración de la tierra (evapotranspiración).
Para exterior Fernández aconseja:
1. El olivo:
Es una planta resistente y fuerte, además de muy curtida. Anda muy bien para el exterior.
2. Las azaleas
Se dan muy bien en el exterior, con un hermoso tamaño de flor que las hace muy requeridas y vistosas.
3. El manzano
Cuidados: Estas plantas vienen con una tierra especial para bonsáis (preparadas por el experto) que es bien permeable, y a su vez que retiene el agua.
El mantenimiento: "Lo ideal es que la persona que compra un bonsai le haga el mantenimiento en un especialista o vivero que maneje un conocimiento sobre el tema, y que le controle el ejemplar durante el año, para chequear el cambio de sustrato de tierra y la poda de raíces.
También se podan las ramas (poda aérea) pero dependerá de la época del año. Se suma un tratamiento que es el pinzado de brotes (a partir de setiembre, hasta febrero más o menos. El mismo supone sacarle la yema terminal al bonsai).
Curiosidades
Los chinos son los precursores del bonsái, lugar en donde nació a la edad de 1.000 años. Luego pasó a Japón (hace 700) en donde los japoneses desarrollaron la perfección de los estilos: los hay verticales, con forma de cascada, semicascada, en forma de bosque, o con forma de ‘azotado por el viento’. Se logra a partir de la poda y el alambrado.
Los bonsái viven mucho más tiempo que los que están en la naturaleza, debido a que permanentemente se los está cuidando y observando.
Si no se podan, la planta envejece prematuramente, se hace grande y pierde toda forma. Termina muriendo o se debilita porque las raíces se van cruzando, ahogando en su misma maceta, por eso es necesaria la poda de raíz.
Se pueden hacer bonsáis de cualquier planta o árbol, menos de las de hojas gigantes.
El bonsái no achica frutos ni el tamaño de la flor, sólo el tamaño de la hoja.
