El Gobierno ofreció su ayuda extraordinaria de fin de año. Esa ayuda a la que el gobernador Alfredo Cornejo le bajó la expectativa cuando la Nación firmó con la CGT el bono de $ 2.000.
La oferta provincial a los gremios fue de 2.000 pesos para quienes cobran sueldos hasta 20.000 y 1.000 para los que cobran entre 20 mil y 30.000 pesos, sin incluir en esos montos salariales la asignación familiar.
Pero ayer también se dio el puntapié inicial de la discusión paritaria 2017 y el Gobierno hizo la primera oferta salarial a los trabajadores de la salud (régimen 15): ofrecieron 17% en dos etapas.
De esta manera se tira la primera pista oficial de lo que Cornejo está dispuesto a incrementar los salarios estatales durante el año que viene. Esa primera oferta fue rechazada de plano por ATE.
Fue una jornada eterna en la Subsecretaría de Trabajo. Buena parte de los gremios entendían que fueron citados para notificarles lo que ofrecía el Gobierno y, de paso, para dejar abiertas las paritarias 2017.
Además de la oferta por la “ayuda económica extraordinaria”, se indicó que en caso de haber respuestas rápidas, el Gobierno podría estar pagando ese dinero el 5 de enero, el día anterior a Reyes.
En la práctica no hubo negociación, aunque la mayoría de los gremios dijeron que trasladarían la oferta a sus representados, a excepción de ATE, que pretendía una propuesta integral paritaria para abrir la consulta a sus trabajadores.
En el Gobierno interpretaron que la negativa a consultar el bono con las bases era un rechazo de la propuesta y ese rechazo pone en peligro el pago de la ayuda a todo el régimen 5 de estatales (administración central)
“Éste es el máximo esfuerzo. Si no se acepta definirá el Ejecutivo qué hace al respecto. El espíritu de esta ayuda económica es llegar a los trabajadores que menos cobran”, puso el límite el subsecretario de Gestión Pública, Ulpiano Suárez. El mensaje es claro: es el máximo o, como se diría en otros ámbitos, es lo que hay.
Los primeros en ingresar al encuentro con los enviados gubernamentales fueron los del SUTE. Al salir de la reunión, el titular de ese sindicato, Adrián Mateluna, dijo que el bono “manifiesta que el aumento salarial ha sido insuficiente, el que se dio en 2016”.
Algo similar decía la secretaria general de Judiciales, Adriana Domínguez: “El bono es un reconocimiento de que el aumento fue poco respecto de la inflación” y de paso se quejaba de que “si no hay negociación, es una falta de seriedad”.
SUTE consultará a las bases en asamblea y llevará la respuesta el jueves.
Ampros protagonizó el segundo round. La oferta fue la misma y al salir la secretaria general, Isabel Del Pópolo, dijo que era insuficiente y que no alcanzaba a contratados y prestadores.
“Como este bono no incluye a todos los trabajadores de la salud, no podemos considerarlo como parte de la negociación salarial. Es insuficiente y regresivo porque no cubre la pérdida del poder adquisitivo. Por tal motivo, solicitamos la inclusión del bono a los contratados y prestadores, ya que son los sectores más desprotegidos”.
Desde el Gobierno afirman que los contratados están incluidos en el bono y que evaluarán el pedido por los prestadores. Ampros también volverá a la Subsecretaría de Trabajo el jueves para responder acerca del bono.
Judiciales también se comprometió a llevar la propuesta oficial de ayuda económica a las bases. De paso se acordó que el primer encuentro paritario será el 27.
Negociación sorpresiva con el gremio más duro
Arrancó la discusión salarial entre Gobierno y estatales, sin que nadie lo esperara y justo con ATE y particularmente el sector de los empleados de Salud, que se conoce como régimen 15.
Hubo una primera oferta del 15% que fue rechazada y casi inmediatamente se hizo la segunda: 17% en dos veces (10% en febrero y 7% en julio), además de otros ítems incluido convenio colectivo y concursos.
ATE consultará con las bases el lunes y llevará respuesta el miércoles. Desde el Gobierno susurran que no habrá otra mejora.
Con el SUTE también se arrancó, aunque con menos vértigo. Ayer se arregló que el incremento sea uniforme para celadores y docentes, que el aumento sea remunerativo y bonificable y lo más importante: que la paritaria termine una semana antes del inicio de clases, para que no haya tentación de hacer paro.