La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, llamó ayer “mono” al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y “momia” al decano de los integrantes de ese tribunal, Carlos Fayt, y exigió a ambos que se retiren del cuerpo.
Durante un escrache frente al Palacio de Tribunales, del que participaron medio millar de personas, Bonafini consideró que Lorenzetti “tiene que irse”, en tanto que Fayt “ya se fue”.
El acto se llevó a cabo en momentos que el Gobierno nacional redobló la presión para que Fayt, de 97 años, deje su lugar en el máximo tribunal, y al tiempo que crece el descontento en el kirchnerismo por la reelección de Lorenzetti.
En una carta que leyó en el acceso a Tribunales, Bonafini se refirió al magistrado como el “abogado instalado desde hace 11 años en la Corte Suprema de Justicia donde hace votar a las momias, una nueva forma de ejercer el autoritarismo, la fuerza y la indignidad”.
“Un tipo que está haciendo lo que está haciendo, con esa prepotencia de reelegirse, Dios me libre”, exclamó Bonafini.
Hace cinco años, la titular de Madres de Plaza de Mayo encabezó un simulacro de “juicio público” contra un grupo de periodistas por “traicionar al pueblo y silenciar el horror”, mientras que a principios de 2013 inició un repaso por “la historia de cada uno de los jueces” de la Corte.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, negó que haya una “persecución” por parte del Gobierno contra Fayt, aunque insistió en que sea el juez quien se “exprese” a los medios de comunicación para asegurar que se encuentra en condiciones de ejercer el cargo, y no su abogado o un familiar.
Al igual que Bonafini, Fernández también volvió a embestir contra la reciente acordada que permitió la reelección anticipada de Lorenzetti.
En tanto, el diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel se sumó a las voces oficialistas que instaron a Fayt a que se “exprese” públicamente sin la intermediación de “terceros”.
