La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, fue declarada hoy en "rebeldía" tras negarse por segunda vez a presentarse ante la justicia en una causa por fraude, y el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi dispuso su detención y la prohibición de salir del país, pero la polícía no efectivizó la orden.
Bonafini, en tanto, desafió la orden judicial y encabezó la tradicional marcha en la Plaza de Mayo rodeadeda de dirigentes kirchneristas.
El hecho, que generó conmoción política local e internacional, se refiere a la causa que investiga los planes de vivienda llamada "Sueños Compartidos" de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
A media tarde, tras el cierre del horario de Tribunales, la Policía Federal recibió la orden de allanamiento de la sede de las Madres, en Hipólito Yrigoyen al 1500 de esta Capital, a tres cuadras del Congreso, y de detención de Bonafini, de 87 años y con dos hijos asesinados por la dictadura militar de 1976/83.
Efectivos pertrechados como cuerpo de choque, con apoyo de carros de asalto, fueron hasta el lugar comandados por un subcomisario de apellido Gómez Olivera.
Pero pese al diálogo del oficial con un abogado de Madres, fracasaron en su intento y Bonafini y otras madres, cerca de las 15, salieron del edificio y ascendieron a un vehículo utilitario que, esquivando los camiones policiales, se desplazó un tramo por una vereda, volvió a bajar al asfalto y se dirigió sin contratiempos a la Plaza de Mayo para cumplir con la tradicional ronda de los jueves.
Tras ese episodio el juez emitió una nueva orden en la que dispuso que el arresto podría producirse en cualquier lugar donde fuera hallada la dirigente. Asimismo, se resolvió la prohibición de salida del país de Bonafini.
Para entonces, la veterana dirigente ya estaba regresando en una combi con otras compañeras y militantes de derechos humanos y políticos a la sede de las Madres, rodeada de centenares de activistas y a paso de hombre por la Avenida de Mayo.
Recién alrededor de seis horas después de la primera orden de detención trascendió de fuentes policiales y judiciales que la fuerza de seguridad estaba esperando "el momento oportuno" para concretar el arresto y que, en caso de efectivizarlo en la noche de este jueves recién iba a ser llevada a declarar mañana viernes, tras pernoctar en una comisaría adecuada a su edad y estado de salud, donde además le tomarían fotos y huellas.
"No estemos tristes, afligidos, callados o quietos. La movilización de los pueblos es lo que libera. Las Madres vamos seguir en esta posición inclaudicable para que no sigan avanzando sobre nosotros", apuntó Bonafini en la puerta de la sede de la Asociación que encabeza, ubicada en Hipólito Yrigoyen 1584.
En tanto, advirtió al gobierno nacional que "ya demasiado hicieron en 7 meses", y apuntó: "(Mauricio) Macri, pará la mano".
La causa donde están involucrada Bonafini, los hermanos Sergio y Pablo Schoklender (ex apoderados de la Fundación), el detenido ex secretario de
Obras Públicas kirchnerista José López y su ex número dos Abel Fatala, entre otros, investiga el desvío de unos 200 millones de pesos que salieron de las arcas públicas y tenían como destino la construcción de viviendas sociales.
Bonafini faltó hoy, por segunda vez consecutiva, a la citación a indagatoria que firmó el juez y se limitó a presentar una carta donde se dijo víctima de la "mal llamada justicia".
Apenas se enteró de la primera convocatoria en junio, le espetó al juez que "se meta la indagatoria en el orto". Después fue notificada formalmente el 7 de julio, pero no asistió.
Para esta segunda audiencia, prevista para hoy a las 10, se negó a firmar el documento del juzgado y ordenó que se le remitiera a la Fundación, donde se cumplió con la legalidad.
Tras varias horas de espera, pese a que ya se sabía de su decidida ausencia, el juez firmó el allanamiento y la detención dirigidos a la sede de Madres.
En Plaza de Mayo, Bonafini, volvió a esgrimir su lenguaje filoso y desafiante; dijo que "no le tengo miedo a estos hijos de mil putas", en referencia al Gobierno. "Si nos quieren llevar presas, que nos lleven".
"No sé qué va a pasar ni hasta dónde son capaces de ir, pero con el mismo valor y seguridad de que el único camino es el proyecto nacional y popular que conduce" la ex presidenta Cristina Fernández "vamos a enfrentar esta Justicia corrupta".
Tras la ronda, cuestionó al Gobierno al señalar que "lo que estos no saben, y menos" la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien definió como "la que los manda", es que "nos podrán poner presas, pero nunca podrán poner presas las ganas de pelear".
Además, denunció que la "amenazan" y la quieren "asustar" con la orden de detención impartida Martínez De Giorgi. "No tenemos nada que ocultar, pero sin violencia", aseveró.
Bonafini afirmó hoy: "Avisamos a todo el mundo que la justicia tan corrupta nos quiere detener".
El texto que le presentó Bonafini al juez
En el escrito que presentó esta mañana ante la Justicia, Bonafini remarcó que asistió "cuantas veces" la llamaron a declarar a pesar de haber recibido de parte de la justicia "siempre la misma ignominia e indiferencia".
"Asistimos cuantas veces nos llamaron a declarar, hicimos pericias de las firmas que constataron que no eran mías, siempre a disposición por la verdad, incluso hace unos meses asistí voluntariamente a su despacho para informarme ante la indigna marcha de la causa", relata el escrito.
Bonafini relata su "calvario" desde la desaparición de su hijo Jorge, el 8 de febrero de 1977, al señalar que viene "padeciendo las agresiones de la mal llamada justicia, implementada por jueces de la Nación", donde realizó "168 presentaciones judiciales".
Tras la desaparición de su otro hijo Raúl meses después, relató que luego de una "constante peregrinación por los juzgados", padeció "siempre las mismas injusticias, las mismas agresiones" y en mayo de 1978, con la desaparición de su nuera María Elena "nada cambió".
"Después de un tiempo en el año 2001 -continúa el escrito-, más precisamente un 25 de mayo, a mi hija María Alejandra, que se encontraba sola en mi casa, mientras yo estaba de viaje, la torturaron casi hasta matarla. Y allí otra vez mi peregrinación para ver si encontraba algún juez que nos muestre el valor de la Justicia, y que esta existía, pero otra vez la burla y la sin razón".
"Siempre la misma ignominia, la misma indiferencia, yo sentía cómo la denominada justicia era cómplice de los asesinos militares y marinos. Una justicia sin solidaridad, sin sentir por los otros, sin sufrir por ellos", continúa.
Sobre el caso que hoy la justicia investiga, y en el que su apoderado Sergio Shocklender está procesado, la titular de Madres de Plaza de Mayo señaló: "Congran esfuerzo aportamos voluntariamente 60 cajas con pruebas, junto con 40 backup, y otros elementos más, primero a Oyarbide (Norberto, ex juez federal) y después a Ud. que ni siquiera leyeron algo de lo aportado".
"Otra vez sufrimos en carne propia la burla, que nos castiga a todas, ancianas de 85 a 90 años, y nos condena a pagar las deudas, injustas y ajenas. Las madres siempre vamos a defender los valores de solidaridad social, extender las manos a los vulnerados, por sus sueños, en este tiempo y en los que vendrán. Y vamos a luchar para que alguna vez nos enfrentemos con jueces probos que nos ayuden a sentir en nuestros cuerpos el valor de la Justicia", finaliza el texto.