El juez Claudio Bonadío pidió ayer permiso al Congreso para allanar los domicilios privados de la senadora Cristina Kirchner, entre ellos la propiedad ubicada en Uruguay y Juncal en Capital Federal y las residencias de Santa Cruz de la ex presidenta. La intención del magistrado es conseguir pruebas en la causa de los cuadernos de las coimas.
Además, Bonadío ya había citado a Cristina a indagatoria para el 13 de agosto. Ese día el juez decidirá si la procesa y si eventualmente pide su desafuero para poder detenerla.
El pedido para allanar responde, según fuentes judiciales, a las sospechas que surgen de las anotaciones de los ocho cuadernos manuscritos por Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta, mano derecha del ex ministro Julio De Vido, donde aparece una especie de bitácora de viaje con fechas, direcciones, nombres, patentes de vehículos, reuniones, y demás, todas vinculadas a presuntos sobornos relacionados con contratos públicos con empresas constructoras y del sector energético. Entre esos domicilios, se encuentra el del departamento del barrio de Recoleta donde reside la senadora de Unidad Ciudadana.
Oscar Centeno declaró ayer por casi tres horas en los tribunales de Comodoro Py. Lo hizo en calidad de "imputado colaborador", y distintas fuentes judiciales coincidían en afirmar que "aportó información sustanciosa". Otras fuentes, también de la justicia federal, dijeron que Centeno confirmó que "los cuadernos son suyos".
El exchofer del Roberto Baratta habría sido el autor de una serie de apuntes escritos en cuadernos tipo escolar que llevaron al juez federal Claudio Bonadío a pedir la detención de 18 personas, entre ellos empresarios y exfuncionarios kirchneristas, y a llamar a una serie de indagatorias entre las que se destaca la de Cristina Fernández de Kirchner.
Tras tomarle declaración, el fiscal federal Carlos Stornelli encabezó un allanamiento a la casa del chofer. Centeno acompañó al fiscal. Al salir, Stornelli dijo que Centeno "aportó mucha información", aunque admitió -según publicó el diario La Nación- que no podía asegurar que los apuntes de los cuadernos fueran de su autoría.
La situación se volvió aún más confusa al trascender anoche que en los dos operativos encabezados por Stornelli, por ahora, no aparecieron los originales del block anotador y los siete cuadernos con espiral que motivaron las medidas adoptadas por el juez Bonadío.
El caso explotó en la madrugada del miércoles, cuando el juez Bonadío dictó la orden de detención de Centeno, Baratta y otras 16 personas, entre ellas, los empresarios Gerardo Ferreyra (Electroingeniería), Javier Sánchez Caballero (exCEO de IECSA), y Francisco Valenti (Industrias Pescarmona), quien aún no fue encontrado. Ayer por la mañana se entregaron a la justicia Carlos Wagner, extitular de la poderosa Cámara Argentina de la Construcción, y Hernán Gómez, exasesor de De Vido.
Junto a las detenciones, Bonadío fijó una estruendosa agenda de indagatorias: el 13 será el turno de Cristina Fernández, pero antes deberán comparecer su histórico colaborador Oscar Parrilli, De Vido y el empresario Oscar Lascurain, ex titular de la UIA, como también el exjefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, entre otros.
Según trascendió, la decisión del juez, en gran parte, se fundamentó en la documentación aportada por una investigación del diario La Nación, encabezada por el periodista Diego Cabot. De acuerdo a los dichos del periodista, fue el 8 de enero pasado cuando le entregaron una caja, que, entre otros documentos, contenía el bloc anotador y los siete cuadernos.
En esos apuntes, Centeno habría descripto un circuito de entrega de dinero a empresarios ligado a la obra pública, operación en la que también se involucró al expresidente Néstor Kirchner. Tampoco está claro cuánto sería el dinero implicado en las presuntas coimas. Algunas versiones hablan de 53 millones de dólares, otras de 160 millones también de la moneda de estadounidense. Bonadío decretó el secreto de sumario.
El agitado frente judicial de la ex Presidenta
El 13 de agosto, en el cuarto piso de Comodoro Py, el juez federal Claudio Bonadio y la senadora nacional Cristina Fernández podrían volver a encontrarse.
Esta vez será por el llamado a indagatoria en la causa que investiga las anotaciones del chofer Oscar Centeno.
Bonadio, además, lleva adelante otras causas en la que está involucrada la expresidenta.
En abril de 2016, Cristina Fernández compareció por el expediente judicial sobre la causa conocida como "dólar futuro". La exmandataria fue procesada y aguarda el juicio.
Otro proceso judicial en los que intervino Bonadio es "Los Sauces". Se investiga el presunto pago de coimas a los empresarios Cristóbal López y Lázaro Báez, a partir de una sociedad comercial hotelera de la familia Kirchner.
Cristina Fernández también quedó procesada. La causa ahora está a cargo del juez Julián Ercolini. Ayer, la novedad fue que el fiscal Gerardo Pollicita pidió la elevación a juicio de la causa en la que se investiga el posible delito de lavado de dinero. Los empresarios nombrados, Cristina Fernández y sus hijos Máximo y Florencia Kirchner, entre otros, son los acusados.
