El padre y uno de los hermanos del Presidente Mauricio Macri fueron alcanzados por la onda expansiva de la llamada "causa de los cuadernos": el juez federal Claudio Bonadio citó a declaración indagatoria para este jueves a Franco Macri y a su hijo Gianfranco, en una investigación abierta como derivación de los cuadernos escritos por el chofer Oscar Centeno.
Según trascendió, la investigación profundizará la posibilidad de pagos de sobornos en el área de transporte. Bonadio también quiere escuchar a otro importante empresario: el jueves 13 deberá declarar en indagatoria, Eduardo Eurnekián, presidente de Corporación América, un conglomerado de negocios aeroportuarios, energéticos e industriales que cotiza en Wall Street y cuya acción ayer cayó un 4,3%.
A principios de octubre pasado, el juez Bonadio dictó 42 procesamientos en la "causa de los cuadernos", y, básicamente, acusó a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner de encabezar una asociación ilícita que desde 2003 recaudó dinero entre empresarios beneficiados con contratos de obras y servicios públicos.
Los procesamientos se repartieron entre exfuncionarios (entre otros, Julio De Vido y el exfuncionario de Planificación Federal Roberto Baratta, para quien trabajaba el chofer Centeno) y empresarios clave en la vida económica del país en las últimas décadas, como Angelo Calcaterra (primo del presidente Macri), Enrique Pescarmona, Gerardo Ferreyra (Electroingeniería), Aldo Roggio o Carlos Wagner, extitular de la Cámara Argentina de la Construcción, entre otros.
Imputado colaborador
La mayoría de los empresarios y CEOs imputados se acogió a la figura del "imputado colaborador", y les fue levantada la prisión preventiva, mientras que continuaron presos quienes se proclamaron inocentes, como ocurrió con Ferreyra o el ex Unión Industrial Argentina, Juan Carlos Lascurain.
Procesamiento de Rocca
Los apuntes que se atribuyó el chofer Centeno, plasmados en ocho cuadernos tipo escolar, fueron abriendo la investigación inicial hacia sitios y personajes inesperados. De hecho el 27 de noviembre pasado fue procesado Paolo Rocca, cabeza del holding Techint, acaso la principal empresa argentina, y una de las líderes de la industria petrolera mundial. El fiscal Carlos Stornelli pidió su prisión preventiva, sin que haya resuelto Bonadio aún la situación procesal del titular de Techint.
Pero el procesamiento de Rocca, al igual que el llamado a indagatoria de los Macri y Eurnekian, no surge de los cuadernos sino del testimonio brindado por Claudio Uberti, extitular del OCCOVI, el organismo estatal a cargo del control del área de concesiones viales. Uberti declaró haber recibido dinero de parte de los concesionarios para entregarlo después a colaboradores del expresidente Néstor Kirchner.
En el caso de la familia Macri, está bajo sospechas la empresa familiar Autopistas del Sol. La indagatoria se amplió también a los CEOs de una veintena de concesionarios de peajes.
Respecto al titular de la Corporación América, ya fue procesado su sobrino, Hugo Antranik Eurnekian, quien ante los fiscales confesó haber entregado dinero en 2013. El empresario dijo que lo hizo "a título personal" y que, entendía, el dinero se iba a utilizar para la campaña electoral.
Los Macri y Eurnekian marcarán el pulso de la causa en los próximos días. La posibilidad cierta del procesamiento del padre del presidente abre interrogantes políticos imposibles de medir.
La hoja de ruta de la causa continuará con una nueva citación para el 27 de diciembre de Julio de Vido y del exfuncionario Ricardo Jaime (en prisión y con condena por corrupción), a la vez que volverán a los tribunales Uberti y José López, el exsecretario de Obras Públicas.
“No esta en condiciones de declarar”
Según se supo, el empresario Franco Macri no podría presentarse a brindar declaración indagatoria debido a su deteriorado estado de salud física y mental.
La salud del padre del presidente, de 87 años, comenzó a empeorar en febrero, cuando fue internado en el Hospital Italiano con una fractura de cadera. Desde ese momento, según sus familiares, su salud mental entró en una etapa de sostenido deterioro, y hoy se encuentra en su casa, con cuidados paliativos.