Bombonerazo del Lobo

Después de 3 años, Gimnasia volvía a los Nacionales y, en un duelo muy accidentado en La Bombonera, propinó una goleada histórica al Boca multicampeón del ‘Toto’ Lorenzo.

Bombonerazo del Lobo

El Nacional de 1978 estuvo lejos de ser el mejor certamen de Gimnasia y Esgrima como representante genuino del fútbol mendocino. El Lobo, que había marcado al inconsciente colectivo con su estilo elegante, no logró desplegar su reconocido fútbol por el país y terminó lejos de los puestos de vanguardia en la zona B.

Más allá de eso, protagonizó momentos que marcaron hitos en su rica historia. Por ejemplo, las dos victorias frente a Boca Juniors: 1-0 en el Malvinas Argentinas (en ese momento denominado Estadio Provincial) y 5 a 1 en la mismísima Bombonera de Buenos Aires. Pura mística.

Gimnasia había adquirido el derecho a disputar el Nacional tras consagrarse campeón de la Liga Mendocina en 1977 y tenía un plantel (ver aparte) integrado por futbolistas de experiencia y renombre. Se había reforzado con jugadores de la talla de Hugo Cirilo "Gringo" Mémoli, Héctor Alfredo "Flaco" Suárez y Jorge Hugo "Chufi" Sosa.  

Boca no era cualquier Boca. Venía de consagrarse bicampeón de América (1977-1978) y todavía estaban frescas las letras de su nombre inscripto en la Copa Intercontinental 1977, cuya final ante el Borussia Mönchengladbach,  por problemas de calendario, se había disputado en agosto de ese 1978.

A Gimnasia ya lo dirigía Luis Esteban "Cabezón" Castellanos, quien había sustituido en el cargo al inefable Jorge 'Turco' Julio, quien después de caer (2-4) frente a Huracán en la cuarta fecha había pegado el portazo.

Según relata la crónica de Los Andes de la época, el Lobo cumplió al pie de la letra un plan perfectamente estudiado y ejecutado por sus intérpretes, con marcaciones individuales sobre los hombres encargados de la creación de juego del Xeneize (Potente y Chino Benítez) y cubriendo milimétricamente los espacios entre cada una de las líneas.

No se había cumplido un minuto del complemento cuando Bordón, en su afán de rechazar en forma apresurada un centro de Gutiérrez, batió al Loco Gatti. A los 7', Boca desperdició la chance de igualar. Vicino le cometió penal a Ricardo Alonso, quien se encargó de tomar la ejecución que adivinó Espósito.

Pero a los 19’, Badía venció su propio arco y las cosas se pusieron 1-1. Boca sintió que “tenía” el partido, Gatti se hizo expulsar (por protestas airadas) y, según la crónica de El Gráfico, además de malo, el encuentro pasó a ser extraño, casi absurdo. Gimnasia acumuló goles en el arco rival (dos de penal) y salvó varios sobre el suyo. Así, consumó un inolvidable Bombonerazo.

Un hecho sin antecedentes: el penal a dos toques

Fue el 3 de diciembre de 1978 en el Malvinas Argentinas, en un partido en el que se enfrentaron Gimnasia y Atlético Tucumán. El Lobo ganaba 1 a 0 y tenía un penal a favor. El DT Castellanos mandó a ejecutar la pena a dos toques. Pero, a diferencia de lo que Messi y Suárez hicieron en Barcelona en un partido ante el Celta en 2016, la jugada se resolvió mal y por eso quedó en la historia.

Jorge Pereyra era el encargado de resolver el penal luego de la cesión suave de Gutiérrez. Pero estaba distraído mirando la tribuna y entonces dio tiempo a Burgos, uno de los defensores tucumanos, a llegar a molestarlo y la pelota llegó mansita a las manos del arquero Ruiz. Como Pereyra se lo llevó por delante, el árbitro (Abel Gnecco) terminó cobrando falta a favor de Atlético", contó el DT Castellanos.

Después de ese momento, el equipo no se volvió a concentrar y terminó perdiendo por 3 a 1. La prensa le cayó con todo y los dirigentes se enojaron con el técnico. El título de Los Andes para aquel partido fue "el pícaro Lobo terminó llorando" y "¡Otra de pizarrón, Cabeza!".

Y en El Gráfico hicieron una caricatura en el que el técnico le decía a sus jugadores “ahora vamos a patear el penal con la rodilla”. El propio Castellanos recordó que había visto que esa jugada la hacía el Santos de Pelé y que se había ejecutado en un partido entre las selecciones de Alemania y Yugoslavia por las eliminatorias de un Mundial.

En la famosa goleada a Boca en La Bombonera (5 a 1), dos goles del Lobo fueron de penal. Castellanos afirma que ese día se arrepintió de repetir la jugada. "Gutiérrez se me acercó y me dijo si lo hacíamos, pero yo decidí que los pateara Berrios directamente al arco".

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