Temperaturas de hasta 300 grados, oscuridad total y llantos de un niño atrapado son componentes de una difícil prueba en un simulador, que ayer rindieron bomberos mendocinos en el Centro de Entrenamiento Móvil del Consejo Nacional de Bomberos.
La capacitación se realizó en el Parque Metropolitano de Maipú y reunió a servidores de los cuerpos de Godoy Cruz, Las Heras, Costa de Araujo y Monte Comán.
Jóvenes y chicas que militan en esos cuarteles ingresaron en una espacio confinado, instalado sobre un semi de carga internacional, de 3 m por 18 m de largo, traccionado por un camión.
Emanuel Andrés (38, bonaerense), fue el encargado de supervisar el operativo, como especialista y operador técnico, con medio millar de ingresos a la estructura. En ese equipo se simuló el incendio de una vivienda donde hay personas atrapadas. Las llamas las produce un mechero de gran poder, accionado con gas propano.
El entrenamiento consistió en ensayar la técnica de búsqueda y rescate de víctimas atrapadas por fuego.
"Como el lugar es cerrado se trata de tirar la menor cantidad de agua posible para no generar vapores, una de las grandes causas de quemaduras entre el personal actuante", explicó el experto.
El ensayo incluyó un efecto llamado flashover, como se denomina a una combustión súbita generalizada que se produce en incendios confinados.
"Es la llamarada que viene 'flameando' por arriba, por el techo, que se propaga a través de gases calientes y al tomar contacto con un poco de oxígeno, produce una explosión", explicó Andrés.
Los voluntarios ingresan al encierro con trajes estructurales y un equipo de respiración autónoma. La temperatura que se alcanza en la prueba es de 300 grados (eventualmente se puede elevar a 600 grados).
Claro, se toman precauciones. El instructor está junto al grupo y ante cualquier error o peligro, aborta la maniobra. Además, el simulador tiene un corte a 300 grados y censores de gas en el ambiente. Si algo se desmadra, se interrumpe la operación, suena una alarma, se enciende un extractor y se evacua a los practicantes.
A pesar de las dificultades y exigencias que tienen estos operativos, los instructores confiaron que casi nunca se debió interrumpir un ensayo, salvo retirar alguna persona con pánico.
Experiencias
Andrés Bello (26, del cuerpo de Godoy Cruz) comentó que hizo 2 ingresos a la cámara. "El segundo fue el más activo. Tuvimos que aplicar las técnicas de ataque y avance con alta temperatura, con visibilidad nula y estrés psicológico derivado del sonido ambiente que recrean un bebé llorando y voces pidiendo auxilio".
El trabajo incluyó la maniobra de retirar del lugar siniestrado, un cuerpo de un hombre de 70 kilos (un maniquí), inconsciente, y llevarlo a un lugar seguro.
Como la mujer ya se ha integrado al servicio bomberil, una de las varias que ayer participaban de la jornada en el parque maipucino, María José Villafañe (25), dio su testimonio. "Fue una experiencia muy buena... no entré en pánico, aunque al ver las llamas en estado real, a oscuras, mis pulsaciones subieron".
El médico presente en los procedimientos, Marcos Vargas (28, también voluntario), informó que los ensayos se realizaron "sin complicaciones". Una unidad de traslado (podría haber sido una ambulancia también) estuvo presente para atender cualquier emergencia.
Al centro de entrenamiento entran 15 servidores por día y hoy será el turno del personal de los cuarteles de Luján de Cuyo y Lavalle.
Equipo canadiense que podría fabricarse en el país
El simulador que está en Mendoza es canadiense, y la Argentina es el único país de América Latina que lo posee. Delegaciones de países vecinos vienen a entrenarse a Buenos Aires.
Fue adquirido hace 5 años por el Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios. En el bimestre setiembre-octubre se espera que ingrese al país uno más, con espacios confinados, pero sin fuego.
El Invap (Investigación Aplicada), sociedad del Estado que funciona en Bariloche, tiene en estudio la posibilidad de fabricar un equipo nacional. Se explicó que un equipo nacional sería muy útil ya que el equipo existente, al ser importado del país del norte del continente, tiene la complicación de que ante cualquier rotura, los repuestos que vienen de afuera demoran en ingresar al país por las trabas fiscales y aduaneras existentes.