Bomberos de Luján: los voluntarios que empezaron con dos baldes y un matafuego

Celebran 50 años de labor. Cómo dos jóvenes comerciantes en los 60 fundaron uno de los cuerpos de bomberos más importantes de Mendoza.

Bomberos de Luján: los voluntarios que empezaron con dos baldes y un matafuego
Bomberos de Luján: los voluntarios que empezaron con dos baldes y un matafuego

Empezaron con muy poco: apenas dos baldes, un matafuego, algunas mangueras y un viejo Jeep para apagar algún incendio que no fuera de proporciones porque no había para más. Fue el comienzo de lo que hoy es uno de los principales cuerpos voluntarios de Mendoza y de Cuyo.

Su origen se debe a comerciantes de finales de los 60: Ulises Sila Vitale (82) e Isaac Rubén 'Ichele' Frenck (83, a quien se considera "el primer bombero" del departamento".

Así, el 5 de agosto de 1968 se dio por inaugurada la institución, aunque con equipos precarios, una movilidad, la bandera que bordó la señora Grigor de Gil y la bendición del entonces padre Paulino Reale. 

Vitale, hoy presidente insustituible de la comisión directiva civil, por aquellos años se apartó por lapsos porque coincidió con el inicio de una carrera como escalador de grandes montañas del mundo.

Como los pioneros tenían mucho entusiasmo pero carecían de los conocimientos básicos, recibieron el ABC de la actividad en Palmira, donde funcionaba el primer cuerpo solidario al mando del legendario jefe Raymundo Acuña.

En la desaparecida confitería La Porteña, uno de sus dueños "restaba" la ganancia de uno de cada diez cafés que vendía para ir haciendo una colecta, que era depositada en un matafuego.

Las primeras dificultades tuvieron que ver con la falta de una sede para la entidad y de equipamiento. Luego de dar vueltas por dependencias inapropiadas, la primera sede propia estuvo en la calle 9 de Julio, de espaldas al Bajo Luján. Corría 1970 y allí los bomberos permanecieron por más de dos décadas.

Por entonces la labor comenzó con una Estanciera IKA, se sumó un camión De Soto, que fue donado por la empresa Oro Negro, al que se agregó una ambulancia de la misma marca y un Jeep.

Por una cesión fiscal (eran terrenos de Agua y Energía), el  cuerpo recibió en los '90 y en comodato un amplio predio al lado del canal Cacique Guaymallén, enfrente de la rotonda de la Virgen. Ahora la propiedad pasó al dominio de la institución.

Luego del apoyo brindado por la Refinería de YPF y de otros aportes, fueron incorporándose unidades para atender las emergencias.

En 1994 se apostó principalmente a dar uniformidad a los bomberos y se recibieron en donación equipos de la comunidad de  Hialeah, Florida (EEUU), entre ellos una autobomba Mack. Los hitos fueron sucediéndose: la creación del departamento técnico y más adelante, en 2006, se habilitó la academia de aspirantes, el semillero de la noble agrupación.

Un año crucial 

En 2009 se firmó la hermandad con los bomberos chilenos, hasta que en 2010 sobreviene el terremoto de Valparaíso donde 7 lujaninos cumplieron una meritoria labor. "Tuvimos el doloroso deber de recuperar cadáveres en la zona del Bío Bío", rememora Guillermo Arana (58), hoy secretario de comisión y bombero.

Ese año, 2010, fue bisagra, porque a raíz de ese episodio trabaron contacto con la fundación SPAI (Sapeurs Pompiers de Action Internationale, bomberos zapadores franceses), que capacitó al cuerpo y donó modernos vehículos que ampliaron el parque automotor.

Así llegamos a 2012 en que la conducción es asumida por el  comandante mayor Gustavo Tiritera (45). Él y Arana comentaron que entre los progresos recientes figuran el haber adquirido, en 2013, la primera escalera mecánica de que dispone Luján, de 25 m de alto. Se consiguió también una autobomba Renault G230 con capacidad de 3.000 litros de agua totalmente equipada.

En 2014 y 2015 fue el turno de la refuncionalización del cuartel, reemplazando primero el viejo garaje por una nave de 580 m2, y habilitando dormitorios para 30 bomberos, sanitarios y duchas, cocina comedor y oficinas, además de la planta alta que había quedado inconclusa en 1990.

Hasta se construyó un salón de usos múltiples y la administración. Asimismo, se habilitó la nueva Central de Comunicaciones y Alarmas con nuevos equipos de comunicaciones.

Hoy el cuerpo activo tiene 84 personas; hay 24 mujeres en distintos niveles de capacitación y una nutrida escuela de cadetes, con 80 miembros de 12 a 17 años.

Y creciendo viene la escuela de aspirantes, que alista a ciudadanos a partir de los 18 años, con una capacitación de 9 meses, que son orientados en la tarea del bombero hasta conformar un total de 20 integrantes.

Dos nuevos vehículos 

Habría que extenderse para describir todas las personas que pasaron por el cuerpo de bomberos en 50 años de historia. Fueron muchos y cada uno dejó su impronta y características de acción.

Salvataje de personas en incidentes de tránsito, incendios de viviendas, de edificios y de campos, rescates en ríos y diques, y hasta el auxilio de animales domésticos son algunas de las prestaciones de este tipo de organización.

Pero lo más alentador es que la institución tiene planes de seguir con las capacitaciones e incorporar nuevas unidades para hacer frente a la emergencia, dos de las cuales llegarán para los festejos: una autobomba Volvo 0 km y una cisterna Scania de 20.000 litros.

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