Como en toda crisis, los sectores más vulnerables de una población son siempre los que más sufren. Antes de que el coronavirus siquiera existiera, en Mendoza había muchísimos niños que no tenían para comer y, por eso, las escuelas (a través de la Dirección General de Escuelas) se encargaban de brindarles los alimentos diarios. Desde que el Covid-19 llegó y fue declarado pandemia, hubo que articular un nuevo sistema: la entrega de bolsones de comida a los papás y mamás de estos chicos.
Esta nueva modalidad, que comenzó el martes, ya está presentando algunas dificultades y los directivos de establecimientos educativos de las zonas más carenciadas de la provincia, que son quienes están a cargo de hacer las entregas, las están manifestando. Es que el problema principal que han visto en estos pocos días que llevan haciendo ésa tarea, es que no hay suficiente para abastecer a todos los niños y niñas que realmente lo necesitan.
Tanto escuelas como jardines de infantes dicen estar padeciendo esta problemática. "Hay una desproporción muy grande en la cantidad de bolsones que nos han dado para repartir. Yo sólo recibí 8 para 80 chicos. Inclusive puse dinero de mi bolsillo para poder comprar más comida pero hay niñas y niños que se están quedando afuera. Se nota que han reducido notablemente el presupuesto que normalmente se destina para la merienda y el apoyo escolar", contó una directora del barrio 25 de mayo de Rodeo del Medio, Maipú, que prefirió preservar su identidad.
Según analizó esta docente, el problema puede deberse a que, para saber cuántos bolsones eran necesarios, hicieron un entrecruzamiento de datos entre el GEM (Gestión Educativa Mendoza) y A.PRO.S. (Sistema de Alta a Programas Sociales) de Desarrollo Social pero es información que está desactualizada –calcula la mujer- porque hoy por hoy son muchos más los chicos carenciados que necesitan alimentos.
"La información que tienen no tiene nada que ver con la realidad actual. Es muy difícil definir quienes realmente lo necesitan pero somos nosotras las que conocemos de cerca cómo viven, estamos en contacto con las familias y sabemos cómo es la situación diaria. Y nadie vino a consultarnos para saber qué es lo que se necesita y cuánta cantidad. Antes se repartían cajas de leche y tampoco se están repartiendo. Yo tengo 30 chicos que no están escolarizados y sólo 3 de ellos recibieron, los otros 5 son niños del apoyo escolar (primaria)", describió en relación a los 8 bolsones que ella misma repartió.
DGE reconoce que "se quedó corta"
Consultados sobre esta situación, desde la DGE aseguraron que están trabajando con mucho compromiso y dedicación para que nadie quede afuera en este reparto. Recordaron que la lista que realizaron, junto con Desarrollo Social, para ver a cuántos alumnos les hacía falta la comida les arrojó que son 79 mil chicos de 1.230 escuelas de los 18 municipios de la provincia quienes tienen esta necesidad.
Además, explicaron que la mitad de ésa cantidad de bolsones son repartidos por los departamentos directamente al domicilio de los destinatarios. También, desde la DGE aclararon que si bien esto representa una ayuda para la familia, en realidad se trata del equivalente a la ración que recibiría un chico estando 10 días hábiles (o sea, dos semanas) escolarizado. Por eso las raciones están pensadas así, para 10 comidas y 10 meriendas e incluso, remarcaron, la leche dura más que esos días porque es una caja de 800 gramos.
"Es lo que nuestro presupuesto nos dio, el mismo que usamos para dar merienda y almuerzo. Toda esta logística nueva se armó en cinco días, cuatro de ellos no hábiles. Es una nómina que incluye a los más vulnerables del sistema. Seguro que queda corto, tienen razón los directivos. De todas maneras para una segunda entrega, que se hará en 15 días, estamos haciendo ajustes, hablando con ellos y viendo si conseguimos más recursos", expresó Ana Martiarena, jefa de Gabinete de la DGE.
Además, la funcionaria puntualizó que es difícil que esa nómina esté desactualizada porque la hicieron hace una semana. "De todos maneras, me gustaría que se sepa que si en algún caso hay problemas y no es suficiente, lo estamos reviendo y estamos dispuestos a corregir. También quiero aprovechar para agradecer a los distintos actores que se han sumado para colaborar en esta iniciativa", destacó Martiarena.
Viandas para todas las edades
Otra docente que contó su experiencia es Liliana Coloba, que maneja una institución que tiene tres SEOS (Servicio Educativo de Origen Social) a cargo en el Campo Papa de Godoy Cruz. Comentó que el municipio sí los ayuda pero que, según su análisis, la Dirección General de Escuela tiene un problema de comunicación y no llega, por eso, a conocer de cerca las realidades que viven los alumnos.
"Nosotros estamos haciendo comida y entregando viandas a las familias. La enorme dificultad es la falta de información que hay por parte de la DGE con las organizaciones y los directivos de los centros educativos. Por ahí no recepcionan ni sugerencias ni propuestas porque no hay vínculo. Se manejan con la página del GEM y al no tener territorialidad no conocen, por ejemplo, que aunque el niño no vaya a la escuela igual va su mamá y retira la comida", expresó Coloba
Asimismo, la directiva agregó que sería buenísimo que se mejore ese tema. "Es una sugerencia para que todos puedan ver cumplidos sus derechos. Con Contingencias (Desarrollo Social) es diferente, ellos sí se manejan muy bien", se explayó Coloba, detallando también que desde su institución hoy se está alimentando a 1020 personas por día, entre los que hay niños, jóvenes y algunos adultos.