Con un inédito operativo de seguridad, que incluye un escudo antimisiles y 20 aviones de combate, Brasilia aguarda expectante la asunción de Jair Bolsonaro como nuevo presidente de Brasil.
El ultraderechista, que sucederá a Michel Temer tras ganar las elecciones presidenciales de octubre con un 56 % de los votos frente al 45 % obtenido por Fernando Haddad, viajó ayer desde Río de Janeiro para instalarse en la Granja del Torto, la casa de campo presidencial, donde, según fuentes oficiales, darán la bienvenida al año nuevo.
Bolsonaro gobernará con el apoyo de los sectores más conservadores de Brasil y un libreto que desempolva el anticomunismo de los años 60 y mezcla a militares y evangelistas con una versión remozada de los "Chicago Boys".
El cóctel ideológico conservador que plantea el ex militar también entierra el llamado "presidencialismo de coalición", que funcionó en el país durante tres décadas y colapsó con la elección de Bolsonaro.
A diferencia de sus antecesores, que distribuyeron el poder entre diversos partidos a fin de garantizar la gobernabilidad y los votos en el Congreso, Bolsonaro apuesta por la llamada "meritocracia" los valores conservadores que, en su opinión, están arraigados en la sociedad y encarnan sobre todo las Fuerzas Armadas.
El general de reserva Hamilton Mourao será su vicepresidente, mientras que en su gabinete tendrá a cinco miembros de las Fuerzas Armadas, una pastora evangelista y a empresarios del campo. Sin olvidar al liberal Paulo Guedes como ministro de Justicia y al juez del "Lavajato" Sergio Moro como ministro de Justicia.
En el nuevo Congreso, renovado también en las elecciones de octubre, Bolsonaro contará con apenas 29 de los 513 diputados, aunque podrá sumar entre otros 200 parlamentarios de centro y derecha, frente a una oposición de izquierda que tendrá unos 140 escaños.
Según analistas, el destino del gobierno que se inicia desde el 1 de enero representará una experiencia inédita en la democracia brasileña por su talante ultraconservador. Se jugará en la convivencia armónica de esas derechas, unidas por “valores” pero distanciadas en la praxis política y hasta en algunas visiones filosóficas del mundo.
Seguridad
Brasilia se prepara para la toma de mando más custodiada de la historia, con base en el atentado a cuchillo que en setiembre sufrió Bolsonaro durante un mitin en Minas Gerais y que fue clave para ganar puntos de popularidad en la primera vuelta.
Los periodistas no podrán circular por los edificios públicos -apenas en uno de ellos, como el Senado, el Palacio del Planalto o la cancillería- durante la toma de posesión del mando.
Incluso los manifestantes no deberán llevar paraguas o elementos cortantes para ver el paso de la caravana oficial. Se esperan hasta 500.000 personas en la Explanada de los Ministerios, aunque se desconoce si Bolsonaro viajará en el tradicional Rolls Royce descapotable que usan todos los electos antes de asumir.
El presidente Michel Temer firmó un decreto que autoriza al jefe de la Fuerza Aérea a derribar aeronaves que violen el espacio aéreo en Brasilia durante la ceremonia.
Aunque las autoridades evitaron revelar el número exacto de efectivos que serán desplegados ese día, al menos 3.000 uniformados resguardarán la zona de la Explanada y estarán cerradas las principales rutas de acceso a la misma.
Las autoridades esperan entre 250.000 y 500.000 personas para la ceremonia de investidura, que se realizará en medio de fuertes e inéditas medidas de seguridad.
Según fuentes oficiales, al menos doce jefes de Estado, en su mayoría de países vecinos de Sudamérica, 11 ministros de Relaciones Exteriores, 16 enviados especiales y 3 directores de organismos multilaterales han confirmado hasta ahora su presencia al evento donde habrá representantes de unos 60 países.
Entre los mandatarios están el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo y presidentes latinoamericanos como el boliviano Evo Morales; el colombiano Iván Duque, el chileno Sebastián Piñera, el hondureño Juan Orlando Hernández, el paraguayo Mario Abdo Benítez, el peruano Martín Vizcarra y el uruguayo Tabaré Vázquez.
Igualmente asistirán el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Souza; el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán; el primer ministro de Marruecos, Saadedine Othmani, y el presidente de Cabo Verde, Jorge Carlos Fonseca.
Garantías a la posesión de armas
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró ayer que pretende emitir un decreto para que todos los ciudadanos sin antecedentes puedan tener asegurada la posesión de un arma de fuego.
"Por decreto pretendemos asegurar la posesión de armas de fuego al ciudadano sin antecedentes penales, así como hacer su registro definitivo", comunicó Bolsonaro en Twitter.
El actual derecho a la posesión de armas de fuego en Brasil permite tenerlas en casa, pero no llevarlas consigo a otros lugares. Para esto, haría falta una legislación especial, según informan los medios brasileños.
Asimismo, el actual estatuto permite que las personas compren armas, siempre y cuando tengan más de 25 años, no tengan antecedentes penales, justifiquen los motivos de tener un arma y aprueben el test psicológico. "Esta expansión temporal será por la intermediación del Ejecutivo", explicó el mandatario.
La asunción
Macri no viaja. El presidente argentino, Mauricio Macri, no estará en la ceremonia de investidura de Jair Bolsonaro. Tampoco irá la vicepresidenta Gabriela Michetti. En su lugar enviará al canciller Jorge Faurie.
Saludos de México. A través de un comunicado, el Gobierno de México le deseó éxito a Bolsonaro. "El presidente cuenta con la disposición, voluntad y compromiso de trabajar en conjunto para fortalecer la relación y cooperación de ambos países para su desarrollo, bienestar y el de la región", expresó.
Rechazo. El actual presidente de Brasil, Michel Temer, acumula un rechazo en su gestión de casi 80 por ciento, de acuerdo a Ibope. El 74 por cierto de los brasileños considera que si gobierno fue muy malo o pésimo.