El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro seguirá internado, al menos, hasta el próximo lunes debido a complicaciones sufridas en los últimos días tras la cirugía abdominal a la que fue sometido, informó ayer el vocero presidencial.
"El miércoles ya no será el día del alta del presidente, pues entró en un estado en que se le está administrando antibióticos como mínimo durante siete días" informó Otavio do Rego Barros en una conferencia de prensa.
El mandatario, de 63 años, fue sometido el lunes de la semana pasada a una cirugía de reconstrucción del tránsito intestinal en el procedimiento para retirarle la bolsa de colostomía que cargaba desde la puñalada que estuvo a punto de costarle la vida en septiembre pasado.
Según el último parte médico, el domingo por la noche el mandatario sufrió una ligera fiebre, de 37,3º, y la "alteración de algunos análisis de laboratorio" que justificaron la administración de un "tratamiento antibiótico de amplio espectro". Se detectó presencia de líquido en la región donde se hallaba la colostomía y fue sometido a un punzamiento, precisó el parte médico.
El presidente brasileño sigue en ayuno, con alimentación intravenosa exclusiva, y con las visitas restringidas. Más allá de seguir internado, Bolsonaro se muestra de buen humor. "Sigo en plena evolución. Estoy feliz de compartir este sentimiento con todos", tuiteó.