El secretario de cultura de Brasil, Roberto Alvim, fue despedido ayer tras usar frases similares a las del propagandista nazi Joseph Goebbels al hablar sobre un nuevo premio de arte en el país más grande de América Latina.
Alvim había estado en el cargo desde noviembre. El presidente Jair Bolsonaro lo destituyó después de recibir críticas de organizaciones judías, legisladores importantes, partidos políticos, artistas y la barra de abogados del país.
Bolsonaro había anunciado la iniciativa de Alvim de 4,9 millones de dólares, enfocada en nacionalismo y religión, para fomentar la producción de literatura, teatro, ópera, música y otras artes.
Alvim, quien se volvió cristiano y encontró una fe renovada mientras se recuperaba de un cáncer, presentó un mensaje aparte sobre la iniciativa usando una frase que los medios locales y otros comentaristas identificaron como similar al lenguaje usado por Goebbels en un discurso. El funcionario desplazado reconoció la similitud, pero dijo que era simplemente una "coincidencia retórica''.
Ambos discursos señalan que el arte de una nación "en la próxima década será heroico'' y "será nacional''. Ambos concluyen con un tono dramático al decir que el arte del país estará profundamente ligado a su gente, "o no será nada''.
El presidente de la Cámara de Representantes, Davi Alcolumbre, dijo en Twitter que el video era completamente inaceptable y que Bolsonaro debería remover a Alvim de su cargo de inmediato. El primer presidente judío del Senado brasileño, dijo que el video es "sorprendentemente inspirado en el nazismo''.
Bolsonaro señaló en un comunicado que las declaraciones de Alvim representaban un "pronunciamiento desafortunado que, a pesar de su disculpa, hacía insostenible su permanencia''.
Apoyo
Más de 57 millones de personas -55 por ciento de los electores que votaron en 2018- apoyaron la campaña antiizquierdista de Bolsonaro, en la que prometió combatir la corrupción, la violencia y la ideología de izquierda con la misma vehemencia.
En un mensaje difundido el jueves, Alvim, junto a una cruz de madera en su escritorio, dijo que quería que 2020 fuera un renacimiento cultural histórico para "crear una civilización brasileña nueva y floreciente''.
Aparecía sentado bajo una fotografía enmarcada de Bolsonaro y se escuchaba música de cuerdas en el fondo. La música es de una ópera de Richard Wagner, quien ha sido asociado con el nazismo y el nacionalismo alemán. Alvim dijo en una entrevista de radio que él mismo eligió la música porque la obra es trascendental y surgió por la fe cristiana de Wagner.
"El discurso de Alvim es peligroso por muchas razones. Hizo una apología directa y desvergonzada del nazismo'', dijo el ex secretario de Cultura, Marcelo Calero.